“Ama a tu prójimo como a ti mismo” también nos dice que en la medida que aprendamos a amarnos a nosotros mismos, entonces nos resultará mucho más natural, amar a los demás.

(Tomado de AMOR y HUMOR, 1.001 frases y reflexiones – Profesor Leo)

Es muy mencionada la frase bíblica “ama a tu prójimo como a tí mismo”; pero lamentablemente no se toma en cuenta su sentido bidireccional. No se puede pretender amar a los demás cuando uno mismo no aprendió a amarse, a respetarse, a enaltecerse. Cuando la persona aprendió a amarse en equilibrio, irradia un campo de amor y satisfacción que es percibido por los demás, y éstos automáticamente interaccionan con ella de forma de sintonizarse en ese espacio de amor.

Quien se ama a sí mismo en sana sinceridad no puede evitar amar a su prójimo, porque el amor que tiene dentro se le escapa por los poros, y aunque no haga nada por manifestarlo, el otro sabe que puede encontrar amor en él. ¿Y a quien no le gusta compartir el amor? Aunque sea en una sonrisa, en una mirada, en un gesto amable… ¿a quién no le gusta ser amado, respetado, bien tratado, considerado con afecto?

He experimentado propositalmente, ser amable aún cuando no sentía de serlo… y es notable cómo cambia la situación. Una sonrisa, sólo eso, a cualquiera, sin ningún propósito personal, es increíble como da vuelta la situación a favor. Una sonrisa nos hace sentir bien porque libera hormonas benéficas en nuestro organismo e invita a la otra persona, también a sonreir. Obviamente esa persona también va a sentirse bien, y nos lo va a agradecer con otrasonrisa, confiando en el campo que se genera. Una sonrisa, sólo eso. Tal vez esa nimiedad sea la solución para este mundo… ¿por qué no empezamos ya a hacer la prueba? Va mi sonrisa para vos… Profesor Leo.