UN NUEVO PORTAL DE LUZ EN ARGENTINA
UN TERCER PORTAL ABIERTO EN NEUQUEN, ARGENTINA
Hoy, 7 de noviembre del 2015, bajo el Signo de Escorpio, se ha abierto el tercer Portal de Luz que forma el triángulo Buenos Aires-Córdoba-Neuquén mediante el cual nuestra Madre Gaia marca en Argentina el comienzo de una Oportunidad Dorada para la Iluminación de todos sus habitantes de superficie, nosotros, los seres humanos.
Numerológicamente 7-11-2015 (sumando los dígitos resulta 8, el número del Arcano Mayor “La Justicia”) se completa la tríada 8-1-8 (los Significadores de los tres portales) que sumada, da nuevamente 8, un número de gran fuerza material y concreta, de destinos materiales elevados.
El número 8 del Tarot trae como significado del Arcano “La Justicia”, el cumplimiento del Plan de Vida, en este caso de la Humanidad. La Justicia se refiere a La Justicia Suprema, la que corresponde a los Designios Superiores para nuestro planeta.
“La Justicia” es un marcador que señala el comienzo de un nuevo ciclo de 7, que finalizara con el Arcano de El Carro de Triunfo, pero en una octava superior de vibración. Esto significa una oportunidad para la Humanidad de expresarse mediante sus parámetros de Luz en un nuevo Sendero del Ser, hacia la Iluminación.
No ha sido casualidad que se culminara en Noviembre, bajo el Signo de Escorpio, a su vez, un Signo de Elemento Agua, que es el Signo número 8 del Zodíaco, y nuevamente encontramos al número 8 presente en este acontecimiento. Escorpio es un Signo de elevada energía de transmutación, de los misterios profundos, de lo que se encuentra en el fondo del lago de nuestras emociones y sensaciones humanas.
Escorpio debe transmutarse hacia Sagitario, Signo de Fuego, la Flecha ascendente hacia la Luz, y constituye la Energía necesaria esencial para esa transformación, para esa elevación, el combustible del cohete que asciende hacia las alturas del Ser.
Este hecho trascendental cierra entonces el triángulo Buenos Aires-Córdoba-Neuquén (3 vértices, significador del número 3) y representado en el Tarot por el Arcano de La Emperatriz (generación, difusión, creación) a partir del cual se inducen todas las posibilidades de difusión en cuanto a la oportunidad de Iluminación de los seres humanos.
Es el cristal generador en el cual Gaia establece a Argentina como Faro de Luz para el avance en el mundo de la Nueva Era Luminosa que hará retroceder a la Oscuridad en su propio terreno, la materia. ¿El Príncipe de la Tinieblas está siendo así de a poco cercado y obligado a su re-conversión en Luz?
No me estoy refiriendo a lo exterior del ser, sino a su oscuridad interna, a los demonios internos de cada quien, a aquella temerosa tiniebla que impide su elevación.
Es natural que el Ser Humano tema desprenderse de su naturaleza material y elevarse, porque aún mantiene recuerdos de su terminación debido al desequilibrio material-espiritual alcanzado en un tiempo Lemuriano y Atlante, cuando todo debió recomenzarse debido a una expresión espiritual no acorde con los Planes equilibrados Superiores.
Aquellos seres (nosotros mismos, en aquel tiempo) evolucionaron más allá de lo esperado en los aspectos espirituales (porque provenían de la Luz) y por eso, esas civilizaciones debieron ser eliminadas y vueltas a cero, con nuevos parámetros a fin de ser consolidadas en equilibrio. El equilibrio materia-espíritu.
De allí ese temor ancestral a la elevación, porque nuestras almas recuerdan la aniquilación de un proyecto que no integraba la densidad material con el desarrollo espiritual, por lo cual, la experiencia debió comenzarse nuevamente, esta vez con la intervención de un elemento consolidante, la Oscuridad.
Sin embargo, día a día se van produciendo sucesos auspiciados por Energías Superiores que nos dan la mano orientándonos hacia el Sendero que por fin deberíamos transitar, como seres luminosos, parte del TODO LUZ que somos en nuestra forma material.
Debemos ir tomando conciencia de la Dualidad en la que vivimos. La Dualidad Mentira-Verdad en la que a veces es tan difícil discernir quien es quien, qué cosa pertenece a qué Bando.
Muchos hablan de abandonar la Dualidad. Abandonar la Dualidad es abandonar el cuerpo, es dejar este plano, es perder la grandiosa oportunidad de expresarse como seres materiales con alma espiritual en este plano de materia y llenarlo de Luz. Es contrario a los Planes de integración materia-espíritu.
Así como la Oscuridad no debe ser vencida sino integrada, así la Dualidad nos permite encontrar y consolidar en equilibrio ambas partes de nuestro ser, y cumplir el Supremo Propósito de que la materia se interconvierta el Luz y viceversa, como el electrón se manifiesta simultáneamente como fotón, dependiendo de las condiciones y las necesidades requeridas.
Hoy ya hemos entrado en una Era de Interconversión Materia-Luz y depende de cada uno de nosotros recorrer el Sendero o quedarnos sentados a un lado viendo pasar a los que no están conformes con sólo ser un elemento material.
Todos los Elementos Materiales, Agua, Aire, Fuego y Tierra están esperando sublimar su existencia en este plano hacia la Quintaesencia (Arcano XXI de El Mundo) cuando el Ser Humano decida dar el paso. Nos están esperando. La Madre Naturaleza y los 4 Vivientes han decidido constituirse en nuestros aliados para que podamos elevarnos, y ellos elevarse junto con nosotros.
No porque ellos no puedan elevarse sin nosotros, las personas,(son parte del TODO LUZ y no nos necesitan para eso), sino porque han aceptado la Misión ante la Luz de ser nuestros ayudantes, sin los cuales, sería imposible que pudiéramos manifestarnos sobre el planeta.
La Tierra, el Agua, los Animales y las Plantas NOS ESTAN ESPERANDO, y más del 90% de los seres humanos del planeta nos estamos haciendo los distraídos, y además, destruyendo la tierra, el agua, los animales y las plantas, sin darnos cuenta de que así, nos estamos autodestruyendo y abortando el Plan Supremo creado para nosotros, los seres humanos.
Ésa es nuestra libertad, nuestro albedrío, que inevitablemente lleva consigo un precio, nuestra responsabilidad. ¿Qué piensas hacer con el Sendero de tu Ser? Estaría bueno detenerse un momento para considerarlo. Profesor Leo.