LA INTUICIÓN DE LA SACERDOTISA
El Arcano Nº 2 del Tarot es La Sacerdotisa (imagen superior). Su esencia es parte sutil de todos nosotros; representa a nuestro 50% espiritual, femenino, sensible y perceptivo. Deberíamos comenzar por su descripción arquetípica teniendo en cuenta que puede estar representando a una persona, casi siempre a una mujer joven, o bien a una mujer con ciertos atributos intuitivos e intelectuales.
Pero por otra parte, en la tirada de un hombre (o de una mujer), puede estar representando una actitud. Esta actitud es de reposo (ella está sentada), leyendo un libro sagrado, por lo que representa la quietud interior, el equilibrio (observemos la imagen del Yin-Yang), la meditación, los poderes internos del ser que se liberan en tal situación.
Esto nos dice que en la vida no sólo nos podemos servir de la disposición activa y la destreza de El Mago (Arcano Nº 1) que transmuta la energía Cósmica en creaciones materiales, enriqueciéndose en el proceso, tema ya descrito en otro artículo de este mismo blog.
La Sacerdotisa representa la actitud de quietud interior necesaria para que se manifieste y pueda percibirse el conocimiento trascendente, para que pueda ser escuchada la voz de la conciencia interna, para que podamos reconocer el llamado de la intuición, o bien oir los susurros inconfundibles de nuestros Guías Espirituales, todos ellos elementos que son de invalorable utilidad para nuestro correcto recorrido del sendero del ser.
La Sacerdotisa intuye, sopesa en equilibrio dejando las pasiones de lado, comprende los conocimientos sagrados, puede brindar un consejo intelectual o espiritual porque su reino es el mundo “oscuro” del ser (oscuro por oculto), la noche mágica por la que se moviliza el espíritu en su incansable trajinar por esa intangible huella de la evolución del ser interior.
Por otra parte, la actividad interior e invisible de La Sacerdotisa contrasta con la actividad externa y visible de El Mago, por lo que lo complementa (el 1 asociado al 2) gestando el tercer punto del triángulo creador (el 3, La Emperatriz, también descripta en este mismo blog) capaz de multiplicar cualquier estructura de mayor nivel de complejidad, y de resolver cualquier problema con la combinación de ambos potenciales (los de El Mago y los de La Sacerdotisa).
Esto nos está señalando que el ser humano completo y en equilibrio creador puede lograrse solamente integrando las dos partes fundamentales de su ser: su activa y su pasiva, su masculina y su femenina, su externa y su interna, su creativa y su intuitiva, su intelectual y su espiritual, porque somos seres duales.
Todos, por naturaleza, llevamos a un Mago y a una Sacerdotisa internamente, pero no todos logramos reconocer sus potenciales y emplearlos en plenitud para nuestro beneficio.
Por lo general el sistema en el que sobrevivimos nos adiestra a que utilicemos fundamentalmente nuestra razón (El Mago) desmereciendo y dejando de lado nuestra intuición (La Sacerdotisa); desarrollamos preferentemente nuestra habilidad en lo material y olvidamos darle igual importancia al poder de lo espiritual, que puede resolver más fácilmente nuestras cuestiones de vida.
Es la dicotomía en la que nos dejamos sumergir sin comprender que estamos siendo inducidos a dividirnos, siendo que somos uno como ser, y uno con la Totalidad.
Así como nos acostumbramos a utilizar con preferencia una mano en desmedro de la otra, así empleamos preferentemente un hemisferio cerebral mientras descuidamos el otro y nos convertimos sin darnos cuenta en medio-seres humanos, habiendo sido concebidos como seres completos.
Paradójicamente, seres de altísimo desarrollo en cuanto a tecnología incomprendida todavía por nosotros (dado que nos llevan millones de años de evolución) pueden crear cualquier organismo biocibernético similar al humano, pero a pesar de todos sus esfuerzos y sus conocimientos, no pueden crear un ser humano.
Esto es porque les falta integrar el componente sutil interior, La Sacerdotisa, y con todo su fantástico conocimiento no consiguen crear el vínculo superior con el Todo, representado por este Arcano.
En cuanto a nosotros, es común que utilicemos exhaustivamente lo racional para buscar la solución a un aspecto conflictivo de nuestro vivir, siendo que muchas veces, de pronto, cuando quedamos desconcertados en silencio porque no logramos obtener respuestas, llega el mensaje de la intuición, que nos responde claramente en un breve instante, con una imagen, con una idea, con una palabra, lo que no hemos podido resolver intelectualmente tal vez en semanas, meses e incluso años de búsqueda racional.
La mayoría de los genios que han iluminado a la humanidad han confesado que sus fantásticas creaciones no han surgido de su Mago sino de su Sacerdotisa, sin haberlo manifestado con estas textuales palabras, pero algo así es lo que comentaron que les ha sucedido.
Un claro ejemplo de ello ha sido Nicola Tesla, cuyos descubrimientos aún hoy en día no pueden ser duplicados; otro ejemplo declarado es el de Albert Einstein, que despertaba a mitad de la noche para escribir ecuaciones matemáticas que luego le llevaban años racionalizar y comprender. Ni hablar de compositores, pintores, y artistas inspirados.
Es que en estos casos hemos dado paso a La Sacerdotisa que llevamos dentro y que como es absolutamente silenciosa, actúa en reposo y no se moviliza aparentemente, por lo que no se deja asir tan fácilmente como nuestros pensamientos, aparentemente tan racionales y exactos, pero muchas veces, tan equivocados. Ella percibe y nos conecta calladamente con el Todo, desde donde obtiene respuestas sabias, sencillas y concretas.
Por ejemplo, en este caso, quise escribir sobre La Sacerdotisa pero no se me ocurría nada en particular, porque El Mago dentro de mí reclamaba naturalmente su propia predominancia e importancia intelectual.
Pero de a poco, La Sacerdotisa que también actúa en mi interior, comenzó a insinuarse y fue induciéndome a sintonizarme con ella, durante cada párrafo, posicionándose en su trono inconsciente y demostrando que tiene tanto o más poder creativo que El Mago consciente.
Sería muy útil para nuestra propia vida que nos entrenáramos para dar paso a la voz interna de nuestra Sacerdotisa; esto justamente es lo que busca lograr el Universo mediante este nuevo Ciclo de Energía: que el Ser Humano se reconozca completo, y se integre en materia y en espíritu.
Bendiciones e Iluminación. Leo
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