Es conveniente que hayas leído las secciones anteriores (Primera, segunda y tercera partes), para mejor comprensión del tema.
¿Se presentan situaciones difíciles durante la Lectura?
No es ése el caso porque Ellos disponen de una sabiduría tan infinita que saben exactamente qué palabras o ideas transmitir (recordemos que se encuentran detrás del Velo, es decir más allá de nuestra Dimensión de 3D) como para evitar los momentos ingratos.

Son extremadamente cuidadosos como para insinuar sutilmente las respuestas cuando la situación es dolorosa para el interrogador, y se toman su tiempo para explicar y hacer tomar conciencia al mismo, muchas veces brindando consejos y orientación al respecto.

Cuando se trata de un tema delicado que puede impactar a quien pregunta, antes de la respuesta, Ellos irradian con vibraciones de Amor e Iluminación a la persona, a fin de que su mente permanezca abierta a la respuesta y sus emociones queden contenidas.

En estos casos, yo le pregunto a la persona si acepta recibir Símbolos que lo ayuden en el momento de hacer la pregunta difícil (por eso conviene que quien pregunta haga previamente una lista de las preguntas y la muestre a su Lector) y tras asegurarme de que los recibe, se hace la pregunta correspondiente.

¿Cual es preferible que sea la última pregunta?
Por lo general, una vez completada la lista de preguntas, es conveniente preguntar finalmente si hay algún consejo que puedan dar a fin de lograr una mayor comprensión y evolución. Esta pregunta es muy importante, porque de ese modo se habilita a los Guías a mencionar un contenido que tal vez no hayamos tenido en cuenta y sea fundamental conocerlo.

Por lo general, el consejo o la respuesta son realmente valiosos, porque Ellos saben exactamente qué consejo deben dar dependiendo de la situación.

¿Puede haber algún componente adicional en la experiencia de la Lectura?
En ocasiones se percibe un fino humor y hasta una sutil ironía de parte de los Guías cuando quien pregunta no se mantiene en la tónica esperada para el diálogo, o cuando éste se niega a aceptar la realidad de la respuesta, o la pone en duda, o la cuestiona.

A veces hay personas que se disgustan cuando no oyen lo que esperaban oir, o cuando la respuesta no los favorece; en esas ocasiones los Guías mantienen una actitud formal y tienden a responder escuetamente lo necesario, hasta en casos extremos llegando al silencio porque comprenden que el interrogador no está en condiciones de escuchar.
No siempre Ellos tienen la misma predisposición y apertura; a veces se presentan joviales, otras más serios, otras más compasivos, otras más insistentes, dependiendo de la actitud que presente el interrogador, que Ellos claramente pueden percibir.

Pero siempre, a pesar de que las respuestas tienden a ser concretas y efectivas, se percibe un halo de amor y de compasión por la persona, por lo que siempre encuentran la manera más suave de decir las cosas, salvo en ocasiones, como una vez estando yo como interrogador personalmente me he impacientado y he pedido respuestas concretas, directas y sin anestesia, en cuyo caso me han respondido con situaciones de mi propia vida y una fina ironía que al comprenderla, me ha dejado mudo y en cierto modo, avergonzado.

Ellos comprenden que somos seres humanos y que no siempre estamos en condiciones emocionales neutras como para comportarnos, porque a veces cuesta mucho sobreponerse a hacer una pregunta que no estamos muy seguros de querer escuchar la respuesta.

Sin embargo, muy inteligentemente hallan la manera de ayudar a que la persona acepte la realidad de sus respuestas, e incluso en esos momentos irradian hacia la persona vibraciones de Luz y Amor para que le sea más fácil superar la situación.

Es notorio el cambio de actitud y ánimo en quien pregunta, antes y después de la Lectura. Muchas veces él ya sabe interiormente la respuesta y le llega la paz de haber confirmado su presentimiento, y la alegría inevitable de haber estado en contacto directo con sus Guías y haber recibido las emanaciones de Amor y Alta Vibración que le fueron inducidas.

La sensación es de alegría y de conformidad, por haberse sentido tan bien acompañado durante la sesión de Lectura.
Es posible que en alguna ocasión la respuesta no tenga ningún sentido para el Lector, en cuyo caso, depende del interrogador repreguntar si no ha comprendido o no ha quedado satisfecho.
Siempre el Lector deberá restringirse a la respuesta dada y no agregar material de su propia cosecha, salvo explicaciones que sean para hacer comprender mejor el concepto al interrogador, pero siempre en el estricto sentido en que se ha respondido.

Cuando El Lector no termina de captar bien la respuesta, Ellos se explayan hasta que sea comprendida y transmitida, por eso el Lector siempre deberá ser un intérprete fiel y no involucrarse personalmente. (Continúa en la Quinta Parte)

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