¿NUNCA HAS TRANSITADO POR LA CUARTA DIMENSIÓN …?
Todos sabemos lo que significa la Tercera Dimensión; es donde vivimos, actuamos, trabajamos, vemos TV y disfrutamos del mundo “real”. Pero pocos saben que también nos movilizamos por la Cuarta Dimensión, porque en general, muy poco se sabe de la Cuarta. Y los que saben, no suelen comentar abiertamente sobre ella.
¿Por qué? Pues porque no es un conocimiento que pueda naturalmente ser aceptado por las personas comunes y menos por aquellas tan estructuradas y materialistas que sólo creen en lo que ven, y que además, suelen ver poco, y preocuparse muy poco por ver un poco más.
Este tipo de personas suele no solamente negar, sin esforzarse en obtener elemento suficiente para ello, sino que además consideran que es válido y suficiente con expresar que “no creen”, instalados en la ingenua posición de pensar que ese “no creer” tiene algún efecto que impida que las cosas sucedan.
Y justamente estas personas son las que suelen atacar a quienes sólo buscan abrirles los ojos; de allí el dicho hindú: “No le enseñes a cantar al chancho; no sólo no va a aprender, sino que se va a enojar”.
Si estás interesado en los artículos de este blog, casi seguramente que esto indica que no te encuentras en la categoría de estos “chanchos” mencionados y es por eso que te ofrezco que sigas leyendo e interiorizándote sobre estos temas fascinantes para quien quiere saber algo más del más allá.
La mayoría de las veces que transitamos por la Cuarta Dimensión, lo hacemos de forma tan inconsciente, que no lo registramos; por ejemplo, cuando soñamos, o cuando percibimos algo que luego se torna realidad y nos sorprende, pero sentimos como que de algún modo, ya lo sabíamos.
La cuestión pasa porque la mayoría de las personas no sabe bien lo que es la Cuarta Dimensión, ni tampoco la relación inevitable que todos tenemos con ella; no la ve, no la registra, y por lo tanto, piensa que no existe.
Tenemos muy en claro que la Tercera Dimensión en la que es común que nos desplacemos, está constituida por Ancho, Largo y Alto. Tomamos medidas de eso y lo que no podemos medir, no existe, así lo plantean los libros que estudiamos en la universidad. Newton decía sin ponerse colorado que lo que no puede ser medido, no es Ciencia. Y que por lo tanto, formalmente, no existe.
Sin embargo, soñamos, y eso no se puede medir sin instrumentos especiales. Pensamos, y recién ahora estamos estudiando qué sucede mientras soñamos y pensamos. Pero… ¿Acaso podemos definir y explicarle con sencillas palabras a otra persona lo que significa pensar y soñar? No nos resultará fácil…
Bien, intentemos definir entonces de la forma más simple posible lo que constituye la Cuarta Dimensión. Según Einstein, con sólo agregar el Tiempo como variable, al “Ancho, Largo y Alto” ya teníamos la Cuarta Dimensión, pero no es tan sencillo como eso.
Si bien todo lo que consituye la materia de la Tercera Dimensión, hilando finito, está compuesto por elementos básicos, unitarios y fundamentales (como electrones, neutrones, protones y unas 200 partículas subatómicas más) y consideramos que el resto del espacio entre ellos está vacío, en realidad dentro de ese “vacío” que no está vacío, hay una energía que puede comportarse normalmente como Campo Electromagnético y que invade absolutamente todo. Y que es perfectamente medible y observable.
La variación de ese campo, que interpenetra las tres dimensiones, sería la esencia de la Cuarta Dimensión. No podemos tener consciencia de ella, así como la Ciencia categoriza al 90% del ADN humano como “ADN basura” siendo que está lleno de información “no material”.
Están ya en conocimiento de eso, hace muchos años, sabiendo que ese “ADN basura” condiciona tanto nuestro ser como el 10% “medible”, pero no lo revelan porque se excusan en que “puede traer confusión y desconcierto de consecuencias catastróficas” a la Humanidad, manteniéndola al nivel del siglo XIX a fin de controlarla más fácilmente.
Esa energía de muy alta tasa vibratoria, constituye la Dimensión faltante. O al menos, una de las tantas otras existentes, e incursionamos en ella cuando concientemente bajamos (o nos elevamos, en realidad) a nivel ALPHA (14 Hz de emisión cerebral, o 10 Hz en el nivel DELTA, al borde de la pérdida de conciencia, casi el sueño).
En ese estado somos capaces de trabajar realizando “milagros” tanto de curaciones, de regresiones, como de averiguaciones y otros procesos que no podemos probar según los “métodos científicos” trogloditas que nos permite utilizar la Ciencia de hoy.
Esa Cuarta Dimensión está tan viva, y tan ocupada y pulsante como nuestra Tercera. Hasta yo diría, aún más viva, porque su vibración es más elevada. Y muy habitada, por supuesto. Pero como no se ve, ni tampoco mucha gente se preocupa por “ver”, entonces “si no lo veo no existe”.
Esta es la misma política que usan los que no soportan enterarse de que su cónyuge los está traicionando con una tercera persona. Y no sólo no lo ven, sino que más grave aún, NO LO QUIEREN VER PARA NO TENER QUE LIDIAR CON ESO.
En la Cuarta Dimensión hay una manifestación de vida increíble por lo variada, está llena de seres que como son energéticos, se nutren de energía; mal podrían asimilar materia de la Tercera Dimensión, pero sí que les encanta EFECTUAR sus manipulaciones a fin de tener poder sobre la Tercera.
¿De donde sacan su alimento? De nosotros, de los que no creemos que existe la Cuarta Dimensión, de los negadores, de los enfermos, de los desequilibrados. Así, tal cual como pagamos impuestos por cada mínima cosa que compramos y el estado se nutre de nuestro bolsillo (pero como no lo percibimos no nos molesta pagar un 50% de impuesto como consumidor final).
Así, del mismo modo, alimentamos al mundo espiritual con nuestras emociones y nuestros pensamientos, que tampoco nos damos cuenta que nos drena energía vital.
Los estados emocionales alterados y descontrolados de las personas son la fuente principal que sirve a estas criaturas de la 4ta Dimensión para su alimento. En realidad, son como parásitos que no sabemos que tenemos, pero que están permanentemente atentos a que nos dejemos llevar por la furia, por la depresión o por la desesperación.
Así como el perro se acostumbra a llevar a cuestas a sus garrapatas, prendidas a él, así ellos se prenden a las personas que no mantienen una “higiene” energética adecuada y de sus expresiones de ira, de miedo, de desequilibrio, de sexo descontrolado, hacen una excelente cena.
En esta 4ta Dimensión, no sólo conviven espectros (seres desencarnados), sino seres inteligentes de varias tribus de la Creación (que trataré en otros artículos), e incluso seres extraterrestres, egregores, y varias otras especies que serán analizadas en su momento, porque constituye un mundo apasionante para el buscador que se interesa en ver más allá de la punta de su nariz.
Por ejemplo, el efecto de “desplasmación” que evidencian naves y seres extraterrestres, que en un momento se hacen visibles y en otro desaparecen, o que a simple vista no se observan pero que son registradas por nuestras cámaras fotográficas y filmadoras, o bien, que ciertas personas pueden ver pero otras, a su lado, no ven absolutamente nada, son pasajes de una a otra dimensión, por la frontera entre la 3ra y la 4ta dimensiones.
Tienen la capacidad de pasar de una a la otra, ser visibles y volverse invisibles, y viceversa, o transformarse en otra cosa; por eso nunca se pudo atrapar a un “piegrande” o “sasquash” con vida, porque vive en el límite entre ambas dimensiones y es un ser Elemental que puede transformarse en otro animal o en una planta, a su voluntad.
En esta 4ta Dimensión, el tiempo es una variable absolutamente controlada, o en otras palabras, para que se entienda de otra forma más simple, no existe. Por lo tanto, no sólo se puede viajar en el espacio en la 3ra dimensión, sino, basta elevarse a la 4ta para efectuar “viajes” en el tiempo.
Esto no es nuevo, existiendo “máquinas” desde la época hitleriana (las famosas campanas construídas bajo especificaciones extraterrestres), cuyos integrantes estaban en contacto con los nazis y que daban origen a las tan publicitadas expresiones del “arma secreta” que mencionaba Hitler y que tanto apuro motivó para las invasiones de EEUU (desesperado para que la dejaran entrar en la 2da guerra, tanto que se dejó atacar en Pearl Harbour para tener un motivo de entrar en guerra, frente a su Nación).
Lo mismo sucedía con las tropas de Stalin, que avanzaban reventando caballo en su disputa por hacerse primero de los secretos que Berlín guardaba respecto de estos temas. No luchaban “por la libertad” de los países oprimidos, estaban desesperados por llegar antes que los estadounidenses a Berlín.
¿Para qué? Para apoderarse de los secretos que los nazis habían obtenido de los convenios y el asesoramiento ET, que no fue gratis, fue a cambio de ocultar al pueblo su presencia, y aún hoy lo sigue siendo, tema que en otros artículos, más adelante, seguiré tratando.
En esta 4ta Dimensión no sólo existen seres que viven en ella, como nosotros las personas en la 3ra, sino que constantemente se generan espontáneamente otros seres de capacidades e inteligencia limitadas que se desarrollan a partir de los desequilibrios emocionales humanos.
En los hospitales psiquiátricos, estos seres se alimentan de la energía que se desprende de los estados de alteración de los enfermos en cuyo desequilibrio, emanan un “prana” que resulta delicioso para ciertas tribus elementales que más tarde enumeraré con su nombre y características.
Lo haré en otros artículos, porque debía primero describir esta 4ta dimensión para que luego pueda ser entendido cómo funcionan estas Tribus elementales, que conviven sin que nos demos cuenta, entre nosotros.
Algunos de estos seres se comportan de forma semejante a “vampiros energéticos” que no sólo se aprovechan de los desequilibrios emocionales, sino que los provocan a propósito, creando alucinaciones ya sea en drogadictos como en enfermos, para nutrirse de la energía que emanan.
Por eso se ve claramente que las personas que se encuentran en estas situaciones evidencian un estado de desmejoramiento y envejecimiento prematuro, manteniéndose en estos estados porque el parásito cuida de que no muera su huésped a fin de seguir nutriéndose de él.
Cuando llega un punto en que su víctima ya no es capaz de generar esta energía, lo abandonan y el sujeto, entonces, muere. Por supuesto, al quedarse sin el alimento necesario, irán a combatir a otros entes que hacen lo mismo, librándose batallas energéticas por la posesión de los enfermos para desplazar a otros entes más débiles.
Es una lucha por la supervivencia; el ente así generado, se resiste a dejar de ser y aprovechará todas las ocasiones en que pueda absorber energía de su huésped. Y si esta persona es asistida, el ente se encargará de producir las situaciones necesarias como para que la persona “fastidiosa” que interviene para ayudar se aleje, porque es su enemiga.
A veces, los mantienen en coma vegetativo, otras en estados de locura incurables, y hasta es común que personas con desequilibrios de bipolaridad, estén merodeados permanentemente por estos vampiros, que los empujan a estas situaciones de descontrol ante la menor situación que lo justifique en su huésped.
Por eso, la persona bipolar tiene accesos incontrolables de furia, donde pierde absolutamente el control (espoleado por el elemental) en los cuales desprende cierta cantidad de energía que es la que busca el ente de 4ta Dimensión, y luego de esos episodios, termina agotada y entra en un estado profundo de depresión y tristeza, de agotamiento, de sufrimiento, que le causa un enorme debilitamiento moral, y que hace que justifique luego su reacción violenta como defensa ante la situación de vampirismo a la que está sometida.
El hecho que estas personas siempre evitan sentirse responsables y buscan afuera a los culpables de su infortunada situación, responde a que en realidad, el problema está afuera, en el ser que los estimula a comportarse así; lo sienten pero no lo concientizan, ni tampoco se dan cuenta de que lo alimentan con sus episodios de descontrol.
Y que si fueran capaces de reequilibrarse mediante el amor, comprenderían que si bien el problema está afuera, la raíz del problema está adentro de ellos mismos, por ser incapaces de lograr un estado de paz y equilibrio.
Estas personas no se aman a sí mismas y tienen muy baja autoestima, motivada por episodios infantiles o adolescentes, lo que los expone a un desequilibrio por falta de amor que los vuelve víctimas seguras de estos seres elementales, generalmente de tribus de Fuego y de Agua.
Es típico en estas personas la necesidad de encuentros sexuales desenfrenados porque son estimuladas a ello, y así se comprende la cantidad de energía que ponen en juego en tales situaciones, de las que nunca salen conformes sino debilitadas por el robo de energía que les quita el elemental.
La energía sexual es una de las más cotizadas por estos seres parásitos, que la drenan no sólo de la persona desequilibrada sino de la otra parte, quien se ve estimulada por estos encuentros descontrolados que en cierta forma, lo atraen poderosamente sin que sepa porqué.
Este tema de la Cuarta Dimensión y de la variedad y calidad de sus habitantes, es un conocimiento que normalmente se reserva a seres iniciados, dado que la generalidad de la población lo desmerece porque no sólo no lo entiende, sino que teme enfrentar esta realidad, ya que no tiene los recursos para contrarrestarla, que en la práctica, sólo consisten en vibrar lo más alto posible y alejarse de los seres que vibran bajo y de las situaciones que contribuyen a ello.
Dejarse poseer por las pasiones mundanas es la forma más segura de caer en las redes de estas situaciones, ya que en la 4ta Dimensión habitan no sólo parásitos energéticos sino tribus de demonios que hasta se disfrazan de seres de luz, a fin de confundir a muchos canalizadores y despistar a los investigadores de estos fenómenos.
¿Sólo vives en la Tercera dimensión? No, también lo haces en la Cuarta, pero cuando transitas por ella, depende de tu forma de vivir, estás acompañado por Ángeles que te protejen durante el sueño, aunque esto no evita esas horribles pesadillas cuando has entrado en desequilibrio por alguna comida o situación mundana que te descontrola.
Las alucinaciones producidas por la droga también contribuyen a estos efectos (estoy viendo, mientras escribo, hoy sábado 16/4/2016 por la TV, las noticias de las víctimas mortales de una fiesta electrónica en B. Aires por sobredosis); situaciones preferidas y festejadas por los vampiros energéticos. La fiesta electrónica y la droga es en realidad una fiesta energética para los succionadores de energía.
Este tema fascinante continuará en otros artículos del blog como objeto de información para los buscadores, quienes de esa forma contarán con conocimientos que pueden comparar con sus propias experiencias personales y llegar a sus propias conclusiones.
Probablemente te preguntarás: ¿Cómo ha obtenido este conocimiento sobre estas cosas el autor del artículo? Te respondo: tras una vida entera de investigación y el Certificado de Profesor en Parapsicología Científica, carrera en la que se estudian todos estos fenómenos astrales, Ovnilogía y otra gran cantidad de materias afines que me permiten conocer y analizar estos fenómenos con objetividad y desarrollarlos para quienes se interesen en ellos.
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Bendiciones. Leo
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