EL TAROT: ¿POR QUÉ NO HABLAR CONTIGO MISM@?
Muchas veces sentimos la necesidad de dialogar, de consultar, de buscar un consejo, una opinión valedera, una orientación confiable, una respuesta, porque nos encontramos inmersos en las dificultades que nos trae esta vida moderna. Quisiéramos preguntarle a alguien, pero… ¿Por qué no confiar en nuestro propio ser?
Todos llevamos “dentro” un Ser Superior que nos acompaña, que es nuestro propio YO interno, y además, por si esto fuera poco, estamos acompañados de nuestros Guías Espirituales, uno a cada lado.
NOTA: Para conocer más sobre nuestros Guías puedes consultar en www.elsenderodelser.com los artículos nombrados como LAS PREGUNTAS QUE SIEMPRE TE HAS HECHO SOBRE LOS REGISTROS AKÁSHICOS, AQUÍ LAS RESPUESTAS… (Siete partes)
En otras palabras, NUNCA ESTAMOS SOLOS, no importa que uno se sienta abandonad@ en soledad; es imposible estar solo en este plano o en cualquier otro. La dificultad puede existir en establecer esa comunicación tan deseada y necesitada en tantos momentos en que no sabemos qué hacer y nos encantaría tener a nuestro lado a alguien en quien podamos confiar ciegamente para que nos ayude a resolver nuestras situaciones de salud, de trabajo, de amor, que nos angustian tanto.
Sí, está claro que eso puede resolverse mediante una consulta de Tarot-Astrología, buscando que otra persona nos ayude a encontrar las respuestas, pero… ¿No sería lo ideal independizarnos al grado de poder hacer nuestras propias consultas a quienes más desean ayudarnos, ya sea a nuestro propio Ser Interno o a nuestros Guías Espirituales capaces de bucear en nuestros Registros Akáshicos?
Independizarnos en el tiempo y también de otras personas, aprendiendo a establecer nuestros propios diálogos internos, que podemos concertar en cualquier lugar, a cualquier hora y en total privacidad… ¿No sería esto lo ideal?
Bien; existen cursos para entrenarnos en la comunicación con nuestro Guías Espirituales y así, lograr leer a través de Ellos, nuestros propios Registros. Pero aquí se presentan algunas dificultades, a veces, insalvables.
La Lectura de Registros, para que sea dinámica y confiable, obliga al Lector a practicarla a menudo y así con el tiempo uno logra la identificación correcta de si la respuesta vino de los Guías o si irrumpió desde nuestra propia mente consciente, en cuyo caso, puede ser una respuesta que se adapte más a nuestros deseos y conveniencias personales que a la realidad de una verdad que es justo la que necesitamos.
En este caso, esa respuesta no es confiable y por lo tanto no nos sirve, porque estamos acostumbrados a razonar en lugar de buscar la respuesta interna verdadera, cuya vocecita apenas logramos escuchar y a veces, parece que está muda. Y no es que esté muda, SIEMPRE nos habla y nos responde, pero el problema es que generalmente no sabemos escuchar. Ni a los demás, ni a nosotros mismos.
Todos nos han enseñado que los demás tienen opiniones mejores que las nuestras, lo ha hecho nuestra propia madre, nuestros compañeros de colegio, las maestras, el sistema en general; todos estamos convencidos de que hay otro que seguramente tiene mejor criterio: mamá, la maestra, la psicóloga, nuestro jefe, nuestro profesor. Así nos adoctrina el Sistema, el maldito Sistema que nos esclaviza para su provecho y no el nuestro.
Por ejemplo, una dificultad que he observado a través de los años, es que muchos Lectores de Registros Akáshicos, que han sido adiestrados para eso, tienen confianza en leer los Registros de otras personas pero temen equivocarse al leer los propios, porque la mente consciente a veces juega la trampa de inmiscuirse y aconsejar lo que la persona prefiere y no lo que la persona debe hacer.
Así es que muchos Lectores, no se leen a sí mismos, porque no confían en ellos mismos. Ésta es una dificultad grave, y es realmente una pena que no logren establecer un diálogo interno. Siendo que las propias respuestas se sienten como un mazazo en la nuca debido al peso de la verdad que contienen, al grado que nos dejan muchas veces reflexionando, algo confundidos.
Respuestas que no podemos pasar por alto, y aunque no les hagamos caso, están presentes en nuestra mente, y con el tiempo, verificamos que era así tal como fue la respuesta. El problema es que no queremos escuchar lo que no nos gusta escuchar. Y tenemos miedo de escuchar algo que no nos dé la razón.
La otra dificultad de comunicarse con uno mismo es que muchas veces estamos angustiados por un problema y necesitamos una respuesta, y cuando más urgente el problema, menos dispuesta está nuestra mente para callarse y dar paso a la voz interior o a una respuesta de los Guías.
A esto podríamos agregarle el hecho de que en más de una ocasión, necesitamos la respuesta o el consejo YA, porque tenemos que decidir en el momento, y no hay tiempo para concertar una entrevista con un consultor o con un Lector de Registros.
Por otra parte, los Guías tienen sumo cuidado en condicionarnos, porque si lo hicieran nos estarían quitando la posibilidad del libre Albedrío y por lo tanto no están dispuestos a asumir esa responsabilidad porque consiste en una violación a una Ley Cósmica.
Entonces les preguntamos y ellos no nos dicen “te conviene hacer esto o aquello” sino “las posibilidades están, tienes que decidir, y el triunfo o el fracaso depende de cómo actúes” lo que es totalmente cierto, pero en ese momento de apuro, no es justamente una respuesta que nos deje conformes y que tampoco nos sea de real utilidad.
Por eso reitero mi planteo: ¿Por qué no independizarnos de todo y de todos y buscar la respuesta en nuestro propio Ser Interior, que está al tanto de todo lo nuestro, presente, pasado y futuro?
A esto cabe otra pregunta a esa pregunta: ¿Y cómo lo hacemos, con la seguridad de obtener la respuesta apropiada y conveniente, que nos permita decidir YA y tomar el camino adecuado?
Hay métodos intuitivos, como por ejemplo, la relajación y el entrar a nivel ALPHA y entonces estamos mejor preparados para escuchar nuestra voz interna. Hace muchos años, cuando yo enseñaba Control Mental, tenía un amigo que había sido alumno mío y con el cual teníamos un taller de Electrónica y reparación de televisores; se podía decir que éramos amigos y socios, a la vez.
Cuando nos traían un televisor para arreglar, yo lo dejaba tal cual sobre la mesa del taller; nos retirábamos a una piecita del fondo, yo me tiraba en la cama, me relajaba profundamente y este amigo, Ricardo, sentado en la silla me iba guiando (yo lo había entrenado para eso) hacia sacar la tapa trasera del TV, entrar mentalmente en el circuito, rastrearlo, y buscar el elemento en conflicto que producía la falla.
Cuando yo lograba ver al elemento, en un fondo de oscuridad éste aparecía con sus colores brillantes, destacándose del entorno y mostrándose como una vedette en el escenario. Listo, yo salía de nivel, me levantaba, íbamos a sacar la tapa del TV, localizábamos dicho componente que yo había “visto” a través de una proyección de conciencia, lo medíamos y al reemplazarlo… el TV comenzaba a funcionar de nuevo sin problemas.
Confieso que, en el afán de aventura, hasta trataba muchas veces de localizar los números de la Lotería y no pocas veces, comprábamos el número ganador, hasta que dejé dicha práctica porque las facultades internas no deben ser empleadas para tales fines, a riesgo de que el inconsciente de pronto se niegue a respondernos cuando lo necesitamos de verdad. Pero que funciona, funciona.
Últimamente, durante años he intentado encontrar un método simple, rápido y confiable que ayude a las personas a encaminar su vida, a mejorar personalmente, a salir de las situaciones negativas en que muchas veces nos empantanamos.
La solución estaría en el desarrollo de la intuición, pero no es un método de resultados inmediatos, de hoy para mañana, y al principio, no es del todo confiable; no porque la intuición se equivoque sino porque nuestra mente nos juega una mala pasada, interfiriendo constantemente, interponiendo su ego, por el cual, se resiste a ser dejada de lado y a llamarse a silencio.
Sin embargo, a través de tantos años de practicar el Tarot, he comprobado miles de veces que aunque a primera instancia estamos convencidos de que tal cosa es así, el Tarot tiene la razón al indicar algo diferente, que no es otra cosa que la verdad.
Un inconveniente del Tarot es que muchas personas no tienen confianza en que si se tiran las cartas ellos mismos, los Arcanos van a indicar la verdad. Otras veces, ciertos tarotistas, ya sea por desconocimiento del oficio, por falta de confianza en sí mismos o por intención de que las personas sigan dependiendo de ellos (técnica de los clientes cautivos), niegan que uno mismo pueda tener éxito tirándose las cartas.
Pues, la realidad, es que CUALQUIER PERSONA, aún sin nada de experiencia previa, puede aprender fácilmente, rápidamente, a comunicarse con su inconsciente en su propio idioma, es decir, mediante imágenes; las imágenes del mazo de Tarot que representan todas las actitudes que como seres humanos, adoptamos a cada momento antes las circunstancias de la vida.
Y para ello, he logrado por fin un mecanismo (ahora lo veo tan sencillo, pero que me llevó mucho tiempo simplificar para ponerlo al alcance de cualquiera) a través del cual, con ese sistema, las personas pueden tener acceso inmediato, privado, y en el momento en que lo deseen, a las respuestas de su inconsciente (su Yo Superior).
¿Quieres conocerlo? Te aseguro que es una aventura apasionante. En artículos posteriores pronto lo iré explicando; si tienes apuro, puedes comunicarte conmigo sin ningún compromiso a profesorleonqn@gmail.com, y allí puedo describírtelo en pocas palabras. Y si no, podrás descubrirlo en artículos posteriores.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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