LA VARA CON LA QUE MIDES
“Porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados y con la medida con que miden, se les medirá” (Mateo 7:2) Esto es lo que dice en La Biblia, un libro sagrado muy respetado por los cristianos. ¿Será esto cierto? Vamos a analizar la lógica que contiene esta afirmación y su sentido común, a ver si podemos justificarla analíticamente y encontrar una forma práctica y útil para beneficiarnos con su contenido.
Es un hecho demostrado por la Psicología (en el que coincide también la Parapsicología) que nuestro ser mental está compuesto por dos (o tres, según Freud) sectores principales muy distintos: el Conciente y el Inconsciente, para ser simples. Diría una consultante mía… “en casa el primero soy yo y el segundo, es mi marido…”
Ahora en serio; al contrario del Conciente físico, el Inconsciente parece ser una fracción mental del ser que almacena todo aquello que no está contenido en la conciencia y que es muy difícil de acceder.
En ese Inconsciente se van a encontrar los instintos y aquellos recuerdos de sucesos que han pasado y que le han resultado muy dolorosos a la persona porque le han resultado insoportables, o que se ha negado a aceptar porque los percibió contrarios a sus propios valores morales. Pero también quedan grabadas conductas, tendencias y creencias.
Respecto de los hechos, también se han registrado las emociones generadas por ellos, y en lugar de guardarlos en la memoria conciente, los almacenó en el Inconsciente.
De esa forma el Inconsciente está continuamente presenciando todos los actos de la persona, como testigo, aún de aquello que la persona no vio en el momento o creyó no ver. Algo así como el Tacógrafo que llevan los camiones o los colectivos que registra absolutamente todo lo que sucede con el vehículo, aún cuando el chofer no sea conciente de tales hechos.
Esto emerge por Hipnosis Regresiva, cuando se busca información que de ninguna manera la persona recuerda, casos de accidentes, de dolor, miedos, abducciones por extraterrestres y situaciones angustiosas de ese tipo.
Pero además, muchas veces no somos concientes de los motivos por los que hacemos automáticamente ciertas cosas; el Consciente no lo sabe pero sí lo sabe el Inconsciente (digamos que no es “tan inconsciente”). El Inconsciente registra todo esto, sin que lo notemos, y sin que haya intervención del conciente.
El Inconsciente observa cada vez que hacemos algo y fielmente lo registra, y de ese modo aprende y va acumulando información sobre cómo la persona hace tal cosa o tal otra. No analiza, no discrimina, no juzga, no condena, no rechaza, no necesita discernir, sólo recordar. Es como una calculadora que sabe que 2 x 6 = 12 y no se cuestiona porqué. Simplemente obedece al teclado.
Aquí está la clave de la vara con la que medimos. Por ejemplo, si nuestro inconsciente registra que a cada suceso que enfrentamos “le decimos que no”, se acostumbrará a ese “no” de forma que naturalmente establece una conducta instintiva, fría e irracional hacia el “no”. Es como si se dijera a sí mismo: “así es como él (el Conciente de la persona) prefiere que sucedan las cosas”.
Y lo grave del caso es que si ha notado que a todo le decimos que no, cuando le toque colaborar con nosotros va a encontrar muy natural decir que no. El Consciente querrá que suceda tal o cual cosa, y el Inconsciente, en ese caso, dirá “no, porque así tú quieres que sea, siempre veo que dices que no”. Llenará nuestra vida de “no”.
Es decir, el negador, se negará a sí mismo; con la vara que mida, será medido. Si odia que la gente sea feliz, por envidia o por miserable, nunca su Inconsciente le permitirá ser feliz, porque “ser feliz” no se encuentra dentro de los parámetros aceptados. No está permitido en su sistema.
Por eso funciona la Ley de Atracción; entregas amor al mundo y tu ser interno comprende que el amor es tu idioma, y te responderá de forma que se presenten situaciones en las que puedas entregar y recibir amor. Llenará tu vida de “amor”.
Si aprecias el bienestar y lo correcto, tu inconsciente asimilará que ésos son tus códigos, y cuando desees bienestar o algo correcto, no opondrá resistencia porque sabe que ésa es tu forma natural de intercambio con el mundo. Que así se hacen las cosas.
Por lo tanto, con la vara que midas serás medido, por tí mismo. Así funciona. Puedes creerlo simplemente por la fe o bien, puedes comprobarlo por la realidad de la vida. Entonces, si quieres que tu vida sea mejor, necesariamente tienes que crearte otra tabla de valores, para que tu Inconsciente tenga bien en claro que rechazas lo negativo o disfuncional para tí y sólo aceptas lo positivo, o lo que es funcional.
Cuando el Inconsciente observa que te encantan las transacciones directas con tus semejantes, siempre te conducirá hacia ellas; pero si nota que buscas las transacciones cruzadas para discutir, para manipular o para tener siempre la razón, ayudará a generar situaciones en las que SIEMPRE tendrás que discutir. Todas tus transacciones tenderán a ser cruzadas.
En ese caso, te dirás “siempre pasa lo mismo, cómo le gusta discutir a la gente ¿Por qué?”… y es así porque generas inconscientemente a tu alrededor un campo de discusión, de discordia. Pensarás “la gente es discutidora” pero en realidad es que estás viendo sólo el reflejo de lo que internamente le has enseñado a tu Inconsciente.
Entonces, si eres pesimista, siempre encontrarás un motivo para fracasar porque inconscientemente serás inducido a caminar por el agrio sendero del fracaso. Si eres tacaño, no esperes que la vida te colme de regalos. Entonces, ya que funciona de este modo, esto puede aprovecharse: ¿Quieres hacer un quiebre en tu vida porque has comprendido que no te conviene seguir viviendo de esta manera?
Tienes entonces que indicarle a tu Conciente que se comporte de otra forma más positiva y con el tiempo, tu Inconsciente verá tu nueva conducta y asimilará que los parámetros son otros, registrará que han cambiado los vientos y cambiará en forma consecuente sus valores de manera de que las cosas cambien para mejor, inconscientemente. Y todo te irá mejor, porque el Inconsciente reaccionará en la medida en que ha sido entrenado con el ejemplo.
Pero si te la pasas observando los errores de los demás y los rechazas, tu Inconsciente hará que sólo veas errores, porque él considera que así es tu forma, y que es eso lo que necesitas. No busca que seas feliz ni infeliz, simplemente te guía hacia donde él aprendió que sueles transitar, y las cosas serán como él aprendió lo que le enseñaste, que las cosas son así.
Mediante Control Mental, es decir, en “nivel ALPHA” puedes indicarle nuevos parámetros y en ese estado de comunicación se le quedarán firmemente grabados, y a ellos responderá en forma automática, sin cuestionamientos. Siempre todo funcionará mejor, mejor y mejor. Pero deberás reforzar estos conceptos con una conducta coherente, como si adiestraras a un cachorro, con absoluta responsabilidad y compromiso.
Eso puede ayudarte a dar vuelta tu vida cuando lo desees. Tienes que hacer de cuenta que tu Inconsciente es como un niño, inocente, obediente y que no piensa ni especula; si lo adiestras correctamente, tendrás un amigo incomparable. Así como programas tu GPS, así puedes programar a tu Inconsciente hacia llegar a las metas soñadas.
Si le enseñas que el dinero es bueno, que te hace feliz y que te permite hacer felices a otras personas, el dinero aparecerá como por arte de magia; pero tienes que mostrarle que con el dinero no sólo tienes bienestar sino que brindas bienestar a otras personas. El Inconsciente asociará: “dinero = bienestar = funcional”. Entonces se dirá “éste es el camino por donde él desea transitar, necesita dinero para sentirse bien y hacer que otros también se sientan bien, y hacia eso lo induciré”.
Si él (el Inconsciente) se acostumbra a que todo es no, todo lo que pidas será “no”; si entiende que es bueno que haya alegría, bienestar, buen trato, felicidad… entonces se dirá “éso es lo que él quiere, eso es lo que le gusta y eso es lo que le daré”. Pero cuidado, si se acostumbra a que siempre te quejas, entenderá que eso es lo que quieres, motivos para quejarte; si siempre estás enojad@, buscará contribuir a crear situaciones para te enojes, porque se dice “eso es lo que quiere, de eso está tratando todo el tiempo, y eso le daré”.
Por eso, tiene plena validez el dicho de que con la vara que midas, serás medido. ¿Quieres otra cosa distinta? Pues es simple, sólo tienes que cambiar la vara… y con ésta otra serás medido.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
Puedes compartir libremente el artículo o el enlace a www.elsenderodelser.com
www.elsenderodelser.com – www.profesorleo.com.ar – profesorleonqn@gmail.com