¿QUÉ VENTAJAS TRAE CONSIGO SER UNA PERSONA RESILIENTE?
La Resiliencia es una actitud personal que se presenta ante las exigencias de la vida. Hay quienes ya nacen con esta actitud incorporada porque la han aprendido antes, en otra vida, y también hay quienes la aprendieron (o la están incorporando) en esta vida.
La resiliencia nos facilita la vida
A veces, hemos tenido la suerte de convivir con personas resilientes y otras veces, nos hemos dado cuenta de que hay una manera más funcional y conveniente de vivir la vida. A medida que vamos incorporando la resiliencia, vamos siendo más felices y eliminando el stress, porque la vida ya no es un sufrimiento sino una oportunidad para aprender.
La Resiliencia pasa así a ser una filosofía de vida, una manera de disfrutar y dar la bienvenida a cualquier hecho que nos llegue. A medida que vamos incorporando este concepto en nuestra actitud natural, nos vamos convirtiendo en un imán de nuevas oportunidades, lo que los demás interpretarán como “buena suerte”, pero en realidad responde a la Ley de Atracción: cuanto más positivo soy, más se me presentan oportunidades positivas.
¿Cómo nos convertimos en resilientes?
En un artículo anterior “¿QUÉ PUEDE RESULTARTE MÁS PROVECHOSO: SER VOLUNTARIOSO, TENAZ, O RESILIENTE?” ya he definido claramente la Resiliencia, pero en esencia se refiere a la capacidad de la persona de dar la bienvenida a las situaciones de crisis, saliendo enriquecido y fortalecido de ellas.
Para ello uno deberá aprender a ser elástico en sus recursos, a adaptarse fácil y rápidamente a la nueva situación, para solucionarla y retener lo positivo de la experiencia.
¿Para qué nos sirve convertirnos en resilientes?
La gran ventaja de asumir la Resiliencia y volverla una herramienta fundamental para nuestro vivir, es que la vida ya no nos presenta aspectos duros y angulosos, porque hemos aprendido a mirarla desde otro lado. Hasta me atrevo a decir, según mi experiencia personal, que la persona “aprende a jugar” el juego de la vida, y en lugar de temerosa, se vuelve expectante acerca de nuevas oportunidades de practicar lo que ya sabe y aprender más todavía, en una espiral sin fin.
Se da lugar así a un amanecer esperanzado, a una alegría espontánea y natural, a un vivir entusiasmado y seguro, volviendo a la persona libre de miedos, angustias, depresiones, nostalgias y frustraciones. Mejora el carácter, cambia el color del cielo y de la tierra, a la vuelta de cada esquina aparece una nueva promesa, y el corazón late entusiasmado porque el alma está contenta de que su “envase” está aprendiendo y grabando en ella experiencias funcionales, felices y enriquecedoras.
Estamos dando la bienvenida a la vida y con ello, alejando a la muerte. Y aún la muerte puede llegar a sonarnos como otra experiencia más de la que podemos aprender. Todos podemos aprender a ser resilientes a cambio de renovar nuestras creencias, nuestros prejuicios, nuestra manera de encarar la vida y mejorar nuestra actitud en forma positiva y optimista.
¿Cómo es una persona resiliente?
La Psicóloga española Rosario Linares enumera concretamente las características de una persona resiliente, virtudes que deberíamos copiar, pero que irán apareciendo por gravedad a medida que nos volvemos resilientes:
1 – La persona resiliente tiene conciencia tanto de sus potenciales como de sus limitaciones. (Conoce perfectamente sus límites, y esto se detecta en la Carta Natal observando la ubicación por Signo y por Casa del Planeta Saturno; naturalmente suele estar presente en muchas personas de los Signos de Libra, Virgo y Capricornio, salvo casos particulares que contengan potenciales disfuncionales).
2 – Los resilientes son personas creativas. (Suelen tener mucho Elemento Fuego en su Carta Natal y siempre están dispuestas a transmutar un hecho que para los demás es penoso, en algo que les resultará valioso y positivo).
3 – Tienen plena confianza en sus capacidades. (Apuntan claramente a sus objetivos y tienen confianza en que los alcanzarán, virtudes que se encuentran normalmente en Natales con un Marte fuerte, decidido, ya sea en Aries, Escorpio o Capricornio, y estos Signos en general).
4 – Dan la bienvenida a las dificultades y las aceptan como oportunidades para aprender. (Para ello, es necesario ver más allá y tener optimismo, un convencimiento de que estos momentos son transitorios y preguntarse qué pueden aprender de ellos; un caso típico, Sagitario).
5 – Tienen conciencia plena del momento, del hoy. (No se dejan influenciar ni por los hechos pasados ni por la incertidumbre del futuro, viven el hoy y el ahora y se concentran en su gestión y en su disfrute; en general, los Signos de Aire: Géminis, Libra y Acuario).
6 – Miran el asunto bajo un lente muy objetivo y optimista. (Concretos, puntuales, capaces de rescatar lo positivo, concentrados en el hecho sin dejarse llevar por creencias, prejuicios y supuestos; Signos de Tierra con componentes de Fuego, que les otorga optimismo).
7 – Prefieren los entornos positivos y optimistas. (Tienden a hacerse de un grupo de personas de Elemento Fuego, que tengan una actitud positiva ante la vida, descartando las influencias emocionales y los influjos negativos y pesimistas, y aquellas personas ladronas de energía –vampiros emocionales, vicios de conducta de algunas personas de Agua por lo general: Cáncer, Escorpio, Piscis, dependiendo de su Natal-).
8 – Buscan resolver las situaciones por las vías naturales, sin forzarlas, sin controlarlas, sin manipularlas. (De ese modo, eliminan el stress y la desesperación por el control; se adaptan más que enfrentarse a luchas de poder; buscan fluir, suelen ser personas adaptables con contenidos de Aire, como Géminis o Acuario).
9 – Toman los cambios con agrado y son flexibles ante ellos. (La estrategia del junco en lugar de comportarse como el roble, por ejemplo; buscan ser elásticos en lugar de ser rígidos y estructurados. Personas de Aire, como Géminis, Libra y Acuario).
10 – Presentan un costado perseverante aunque no rígido. (Son firmes en su actitud sin por eso dejar de fluir inteligentemente, esperando el momento oportuno para actuar; están motivados y no son impacientes porque intuyen los ritmos que les ofrecerán el momento apropiado).
11 – No pierden su humor ante las situaciones difíciles. (A veces, en los momentos en que los demás ven angustia en la situación, ellos encuentran el lado cómico de la situación, relajándose y logrando mayor claridad para decidir, conservando una actitud optimista y expectante del momento oportuno).
12 – Saben reconocer cuando no pueden solos y buscan ayuda si es necesario. (Consultarán si lo consideran oportuno y se apoyarán en el colectivo para obtener energía que los ayude en esa situación que a otro lo desbordaría).
¿En qué puede esto serle de utilidad a nuestro entorno?
Por último, el buscar por todos los medios convertirnos en una persona resiliente, ayudará con nuestro ejemplo a otros de nuestro ámbito laboral, social, familiar, a nuestros propios hijos.
Dejar que los hijos vivan sus propias experiencias (aunque esto no significa abandonarlos), aconsejarlos y mostrarles con nuestra propia actitud, que el mundo no es una jungla hostil sino un supermercado de ofertas y oportunidades, en las que siendo pro-activos, podremos obtener beneficios.
Los niños de hoy intuyen y captan perfectamente, y se rebelan contra la sobreprotección o manipulan muy eficientemente a los sobreprotectores; necesitan que los dejemos solos cuando quieren enfrentar una situación. La mejor manera de ayudarlos es con el ejemplo resiliente que mostremos ante cada caso en cuestión.
Padres miedosos, crían hijos miedosos; los hijos aprenden a manipular cuando tienen padres manipuladores. Padres sobreprotectores generan hijos con poca capacidad de tolerancia a la frustración, sin comprender el enorme daño que les hacen. Padres resilientes enseñan a hijos resilientes cuya vida será grata, libre y positiva, para ellos y para la sociedad.
Las preguntas eternas de la persona resiliente, que se hará con entusiasmo cada vez en que se enfrente a una adversidad serán: ¿Qué quiere enseñarme esto? ¿Qué puedo obtener de positivo de esta situación? Si todo tiene su costado beneficioso… ¿Cuál es ese flanco, en este caso?
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El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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Excelente artículo!!!.. (sic..) “aprende a jugar” el juego de la vida.. Yo Sagitario.. (sic..) Dan la bienvenida a las dificultades y las aceptan como oportunidades para aprender. (Para ello, es necesario ver más allá y tener optimismo, un convencimiento de que estos momentos son transitorios y preguntarse qué pueden aprender de ellos; un caso típico, Sagitario).