¿QUÉ SIGNIFICAN LOS SUEÑOS?
Hay personas que se despiertan y recuerdan lo que han soñado, a veces con imágenes muy marcadas, otras veces no tanto; y otras que no recuerdan nada o solamente alguna imagen confusa. Los sueños tienen varios orígenes: a veces, es simplemente una fantasía que no tiene realidad alguna, pero otras veces se trata de un mensaje del inconsciente de la persona, un aviso. Muchas veces, en la consulta me han preguntado sobre la interpretación de un sueño llamativo que ha tenido el consultante, pero como cada sueño es un mensaje particular de una parte del yo hacia el yo conciente, no me he atrevido a opinar puesto que cada persona tiene su propio idioma natural con su inconsciente, a menos que lo haya programado.
Cuando dormimos profundamente, una parte de nosotros se desprende y viaja por la cuarta dimensión, como quien sale a dar una vuelta un domingo por la tarde, sin un propósito definido, sólo para cambiar la rutina. Esta parte que se desprende sin un propósito particular, lo hace en completo estado de inocencia e ingenuidad, por lo que siempre está protegido por sus Guías y sus Protecciones, dado que si bien la 4ta dimensión no es realmente peligrosa (porque absolutamente todo es virtual) está plagada de seres malintencionados, ladrones de energía (vampiros energéticos) y los resultados pueden tener consecuencias en la parte emocional de la persona.
Sin embargo, podemos utilizar este tiempo en que dormimos para obtener respuestas fácilmente de nuestro otro yo, con el fin de ayudarnos a resolver tal o cual problema. Mediante Control Mental, podemos aprender a preguntarle y a escuchar sus respuestas, pero para ello deberemos programarnos.
Otras veces, el inconsciente nos está previniendo de una situación grata o ingrata. La constante pregunta es… ¿Cómo interpretarlo? En principio, dado que los sueños son fundamentalmente imágenes que se desarrollan como en una película, tenemos que tomar como base que la comunicación suele ser principalmente con imágenes, más que con palabras.
A veces, se nos presenta una palabra, o cuando recién despertamos, recordamos un diálogo. Esto puede ser una premonición o simplemente un desvarío de nuestra mente que se “ha tomado vacaciones” y ha creado algún tipo de “obra teatral” sin sentido. Pero otras veces, los sueños son recurrentes, es decir, se repiten, en cuyo caso hay un mensaje de nuestro inconsciente que busca ser interpretado por nuestro conciente.
Muchos personajes famosos en la historia han sido adiestrados por su inconsciente durante los sueños. Albert Einstein despertaba y escribía ecuaciones matemáticas que luego, despierto, no lograba interpretar. A veces le tomaba años darse cuenta a qué se referían exactamente. Lo mismo con Nikola Tesla, “inventor” de los grandes desarrollos de la Humanidad, la mayoría de ellos saboteados y ocultados por sus enemigos porque traían beneficios y adelantos tecnológicos que hubieran cambiado al mundo si se hubieran aplicado.
Pero cualquier persona, Doña Rosa, Don José, usted, yo, puede tener sueños que le sean realmente útiles. Por ejemplo, yo ya he identificado con certeza que cuando despierto con una cierta imagen o recuerdo del sueño, eso significa una advertencia o un presagio de algo que a los pocos días va a suceder. Como cada ser tiene su propio idioma con su inconsciente, no podemos establecer un código que sirva para todos, pero yo sé claramente, por ejemplo, cuando mi inconsciente me advierte que alguien va a traicionarme, o que tal proyecto va a tener éxito seguro o fracaso total.
Hay una forma de entrenarse para esto y obtener resultados ciertos y concretos. No olvidemos que el inconsciente se maneja con imágenes; si establecemos concientemente un código mental de imágenes, el inconsciente sabrá que para que entendamos perfectamente sobre tal cuestión, debe “imprimir” fuertemente tal o cual imagen en nuestros recuerdos del sueño.
Por ejemplo, en mi caso, cuando sueño con víboras entiendo claramente que hay quien quiere traicionarme o aprovecharse de mí, y es alguien que está cerca, en mi entorno. Paralelamente, me he adiestrado para que cada vez que sueño con una víbora, en lugar de huir, debo por todos los medios aplastarla o matarla con lo que tenga a mano; ésa es la manera en que rechazo la intervención no deseada.
En general, no debemos huir de la situación, sino enfrentarla. Esto hace que la situación se disuelva o luego se manifieste en la realidad, pero ya estamos alertados y podemos eliminar el peligro. El inconsciente se entrena, tal como adiestramos a un cachorro que inocentemente juega y nos revuelve la casa, y nos rompe todo lo que encuentra, por diversión, creyendo que hace una gracia.
Así como he entrenado a mi inconsciente para que aplaste las víboras cuando sueño, del mismo modo lo he programado para que cuando se presenta un sueño erótico, me despierte de inmediato porque eso significa que probablemente haya sido inducido por una entidad del bajo mundo astral para que al yo inconscientemente emita energía sexual, que es la más fuerte que hay, el intruso pueda sorber y vampirizar esa energía, alimentándose de ella. Lo mismo cuando se presentan las víboras, el inconsciente sabe que debe continuar el sueño pero haciendo que yo las aplaste para eliminar la posibilidad de que se manifieste en la realidad.
Pero también podemos adiestrarlo para que nos entregue soluciones a la mañana, al despertar. Si mientras entramos en el sueño mantenemos la imagen de la situación y el deseo de querer resolverla, mientras nuestro cuerpo descansa, el inconsciente trabajará toda la noche para que a la mañana sintamos el impulso hacia tal o cual acción que representa la solución del problema.
En mi caso, mi inconsciente está entrenado para comunicarse mediante las imágenes de los Arcanos Mayores del Tarot, porque sabe que los arquetipos de cada carta están fuertemente grabados en mi mente y que con seguridad, al presentarse la imagen, yo lograré interpretar claramente el contenido del mensaje. Cualquiera lo puede hacer, y de hecho, en el Nivel Básico 01 de mi curso de Tarot, enseño cómo hacerlo en forma gradual y sin necesidad de entrar en sueño o en trance, para obtener la respuesta.
Esto constituye una excelente herramienta de comunicación conciente-inconsciente, al grado que, como anécdota cómica y curiosa, cuando nos entrenábamos mutuamente con una compañera del curso de Hipnosis Regresiva, cuando le tocaba a ella guiarme en la investigación de un tema determinado, actuando yo como el paciente, mis respuestas se referían a las cartas del Tarot, porque mi inconsciente sabía que así yo entendería mejor.
Ella se desconcertaba, cuando ante una pregunta yo le respondía, por ejemplo, “La Justicia” y no le daba mayor información para que ella pudiera anotar a fin de luego hacer el correspondiente análisis posterior. Luego, saliendo del trance, yo le explicaba cual era la respuesta que en forma inmediata, mi inconsciente me había mostrado. E incluso después, durante días, me seguía llegando información estando totalmente despierto, que se agregaba como respuesta a mi pregunta.
Lo mismo podemos hacer con nuestros sueños. Si no tenemos aprendidos los significados de los Arcanos, podemos enseñarle otros códigos, o bien, en el sentido inverso, podemos aprender nosotros los códigos que nuestro inconsciente nos presenta en los sueños, anotando lo que se nos presenta al desperta, aún en medio de la noche, y luego observar qué tipos de sucesos ocurren. Al cabo de un tiempo, entenderemos a qué quiere referirse “nuestro otro yo” cuando nos deja tal o cual sueño.
De hecho, los que gustan del juego de la Quiniela, se aprenden de memoria el significado de los números, del 0 al 100 y siguen la respuesta apostando a lo que soñaron, por ejemplo el 13 (la mala suerte), el 14 (el borracho), el 15 (la niña bonita), etc. Cuando sueñan con esa imagen, al otro día saben a qué número deben apostar. Eso no es otra cosa que decirle a nuestro yo interno: si quieres que le apueste al 14, hazme soñar con un borracho.
Más espiritualmente (el inconsciente tiende a dar mejores y más abundantes respuestas cuando el asunto no se refiere a dinero o cuestiones ambiciosas) los Arcanos del Tarot nos muestran claramente su significado ante una pregunta específica, y esto puede emplearse para el crecimiento personal y espiritual de la persona, aunque también puede aplicarse a la resolución de problemas materiales, constituyendo una guía inapreciable para nuestro beneficio personal.
Por cuestiones personales, no puedo especificar cuales son las imágenes con que se comunica mi conciente con mi inconsciente (aunque ya he dado el ejemplo de las víboras y de las imágenes sexuales), pero cada uno puede establecer su código personal y obtener las respuestas que necesita, durante el sueño, en primera instancia; o en el momento que le sea necesario, en plena vigilia y en algunos minutos mediante los Arcanos del Tarot, sin necesidad de tener condiciones especiales, videncias ni nada por el estilo.
Debe remarcarse que las creencias de cada persona pueden atentar contra estos métodos. Como decía Henry Ford, el legendario fabricante de autos: “Tanto si crees que puedes, o bien, si crees que no puedes, estás en lo cierto”. Muchas personas no confían en sí mismas, no creen en sus propias cualidades, piensan que estos procesos son sólo para “elegidos” y NO CREEN que a ellos esto se les puede dar con la misma facilidad con que se les da a otros.
Es sólo cuestión de voluntad y entrenamiento; hay quienes han logrado que su mascota haga toda clase de monerías, y lo han hecho con tiempo, voluntad y entrenamiento adecuado. El inconsciente es tal cual, quiere comunicarse con nosotros, así como nuestros propios Guías Espirituales, pero la gran mayoría de nosotros nos negamos a esta comunicación, muchas veces, por miedo. ¿Miedo a qué? Prefieren ser víctimas de las circunstancias en lugar de ser los conductores de sus triunfos.
Cuando esta comunicación se logra fluidamente, el resultado, más allá del material, es una inmensa paz y alegría que se siente porque hemos integrado nuestro ser, para que nos ayude en cada situación que debamos resolver en nuestra vida diaria. Si tenemos sueños y los recordamos, es que nuestro inconsciente lucha desesperadamente para que nos comuniquemos con él, porque tiene mucho para decirnos; en cada uno está, si continuar haciendo oídos sordos o buscar el medio adecuado para abrir sus canales de comunicación hacia el Ser Interior.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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