CARTA A MAMÁ
Quizás una de las cosas que más tenemos que trabajar para poder alcanzar nuestra complitud, es nuestra relación con mamà.
Hay algunas relaciones que son bastante buenas, pero otras veces, no es así.
Quizás porque esperamos que ellas por ser madres, por saber el dolor (a través del trabajo de parto) que conlleva tener un hijo, tenga que ser diferente.
Pero realmente, mamá tiene sus propias heridas, sus propios conflictos no resueltos, así como los hemos tenido, o tenemos, nosotros.
Quiero regalarte esta carta que conseguí por internet, hay algunas frases que he cambiado, de acuerdo a mi experiencia como terapeuta, así que espero que la puedas usar y que comiences con algo sencillo, a sanar tu camino hacia mamá, ya que ella te da el soporte que necesitas para estar en la vida.
Y comienza así…
Madre, perdóname por fundirte con mis recuerdos, por no distinguir que eres un ser espiritual que amorosamente se prestó a la obra de teatro que protagonizamos en la Tierra.
Perdóname por hablarte de cualquier manera, por desconocer que tenemos un pacto, por herir tus sentimientos a partir de mis propias percepciones. Perdóname por cada minuto en el cual creí que todo esto se trataba de ti y no de mí.
Perdóname por nuestra historia juntos, por pretender cambiarla, por no superarla. Perdóname porque no me es fácil saber y sentir quién eres realmente, porque a través de ti sólo veo a mi niño lastimado, porque sólo percibo dolor.
Perdóname por querer marcharme de tu vida, perdóname por haberme ido, perdóname por no querer volver a ti, perdóname por no honrarte y no amarte lo suficiente.
De verdad lo siento mucho, lamento de corazón todo lo que no pude comprender; ahora, al hacerme responsable de mi elección, te libero y me libero completamente.
Yo me perdono por haber decidido tener esa experiencia contigo, a ti te agradezco por haber permitido que yo anidara en tu ser y que tú valientemente lo permitiste.
Sin duda alguna, te doy gracias porque en un acto de amor consciente o inconsciente me trajiste a la vida, a este mundo que me ha ofrecido todo para que yo pueda conocerlo.
Gracias por lo vivido, por las experiencias juntos, por los dolores, por las lágrimas, por las risas, por las ausencias, por las heridas abiertas, por las palabras bonitas y por las que no fueron tanto, todo ello me ha forjado como el ser humano que soy.
Te doy gracias porque existes en algún lugar de mi Ser y porque me escuchas ahora.
Estas palabras surgen, nacen, brotan y florecen en mi Ser cuando el tiempo de mi mente es perfecto, el amor me busca ahora y me reencuentra contigo, yo elijo estar en paz contigo, yo soy esa paz en ti y en mí. Yo soy paz.
Yo honro mi vida y la tuya tal como fue, tal como es. Yo hago una reverencia ante tu Ser de Luz que es quien yo soy. Y así es. Gracias. TE AMO
Ve en paz mamá, que yo estoy en paz.
Tomo de ti la vida y la valentía ante la concreción de culminar todo aquello que comience, porque eso hiciste tú al llevar a término el embarazo que me dio la oportunidad de nacer.
Ve en paz mamá, yo estoy totalmente en paz.
NOTA: es la primera vez que publico un artículo que no es de mi autoría, pero es como si lo hubiera escrito yo, porque coincido plenamente. Gracias a Mercedes H. Navas López por compartirla y gracias a quien la escribió, que desconozco su nombre.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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