En ocasiones, cuando hago una tirada de cartas a un consultante aparece el Arcano Nº 9 El Ermitaño pero en posición invertida, lo que me está indicando evidentemente que se encuentra bajo un estado de DEPRESIÓN; es decir dado vuelta, al revés como se observa en la figura superior derecha. Este Arcano así, invertido, señala que la persona está encerrada en sí misma, bloqueada en su avance en la vida y negada a escuchar consejos que le puedan ayudar, pero es importante detectarlo a través del Tarot porque muchas veces ella misma no entiende bien lo que le está pasando.

Podemos observar que la figura de El Ermitaño DERECHO muestra que se interna en la noche (el misterio, lo desconocido, su propia oscuridad) iluminándose con una linterna (su necesidad de búsqueda, su pensamiento) y apoyándose en un bastón que más allá de señalarlo como un individuo de edad, representa el apoyo que le brindan sus experiencias. Y además se distingue en la noche una estrella que lo ilumina en su búsqueda y que señala la inducción planetaria a su favor; esta inducción despertara su intuición.

La persona que consulta puede no ser necesariamente una persona de edad, pero cuando está derecho indica que se apoya en sus aprendizajes anteriores, sean cuales sean, involucrando todos sus aprendizajes intelectuales, emocionales e intuitivos con tal de avanzar y lograr una respuesta. Representa a su alma vieja que avanza buscando respuestas.

Si nos fijamos en la figura veremos en el cielo oscuro la presencia de una estrella de seis puntas formada por dos triángulos, uno con la punta hacia arriba y el otro con la punta hacia abajo.

Ésta se conoce como la Estrella de David, que tiene cierto significado esotérico importante dado que representa la estrecha vinculación que existe entre el triángulo físico y material de esta dualidad con el triángulo espiritual, es decir, la relación natural que existe entre el Cielo y la Tierra, que podría interpretarse como los procesos espirituales y sus consecuencias terrenales.

Es muy normal que a todos nos pase que tengamos momentos o períodos en que no encontramos interés en ninguna actividad, momentos de sentirnos cansados, apáticos, con más deseos de encerrarnos que de hacernos ver en el exterior. Estos estados son distintos en el hombre que en la mujer.

Cabe explicar que mientras que el hombre se encierra en su silencio porque se encuentra preocupado por un problema, la mujer adopta una actitud más inteligente. Ella corre al teléfono y se comunica con sus amigas cercanas, y se desahoga contándole sus preocupaciones; tal vez ella no lo sabe, pero ésa es la forma de salir de esa situación. Está aceptando, está reconociendo la situación, camino a encontrar una respuesta.

En cuanto a la consulta, desde el principio, ambos (el consultante y yo) sabemos que no está en condiciones de avanzar por sí mismo, pero la situación puede invertirse mediante una prescripción de remedios vegetales naturales tales como las gotas de Flores de Bach entre las que el Gentian, el Gorse, el Hornbeam pueden ayudar mucho a la recuperación mientras que el Sweet Chestnut se reserva para estados de angustia extrema.

A poco de tomarlas la persona notará cambios en la actitud del entorno hacia ella, pero el cambio no se refiere al entorno sino que esto es reflejo de su propio cambio de actitud, porque las flores estimulan sus mecanismos naturales de recuperación y sin darse cuenta, “su disco rígido se reiniciará”, retomando gradualmente el entusiasmo por vivir.

Existen distintos motivos y grados de depresión que el terapista evaluará y entonces recomendará la toma de tal o cual flor; no es lo mismo una depresión transitoria condicionada por un tránsito planetario o por un estado del biorritmo de la persona, que un estado de depresión profunda debido a una pérdida, o de una depresión cíclica que aparece y desaparece sin dar aviso.

Sin embargo, vale la pena tratar de interpretar las características que tiene el arquetipo del Arcano El Ermitaño para tener una mejor comprensión de este estado. El Ermitaño cuando aparece DERECHO siempre hará referencia a alguien que en pleno análisis de su pensamiento regresa a replantearse sucesos del pasado (se ve en la figura que el personaje avanza hacia la izquierda, hacia atrás, el pasado).

Esto lo hace a fin de analizar sucesos ya ocurridos, con mayor claridad aunque camina en la oscuridad de la noche del desconocimiento y pretenderá llegar a conocer la razón y todos los porqués, de que haya sucedido tal hecho o situación.

En una tirada, la presencia de El Ermitaño derecho señala que sin duda, más tarde o más temprano, el individuo logrará entender la situación o comprender el porqué.

Esta posición derecha es excelente e indica que la persona está dispuesta a rever, afrontar y resolver sus asuntos del pasado y de hecho, pronostica que en el futuro, seguramente los comprenderá en su momento, los asumirá y los resolverá. Esto ocurrirá en silencio y tal vez ni la misma persona tendrá conciencia de lo que está trabajando en su interior.

La DEPRESIÓN, en cambio, la indicará la figura de El Ermitaño invertido; es normal que la depresión en su estado más avanzado sea una de las etapas de la crisis, que con el tiempo gestará la solución al reconocer la persona que debe aceptar los hechos y hacer un cambio, o bien, dejarse fluir hacia la solución si no es capaz de reaccionar por sí misma.

Conviene estudiar bien las etapas de la crisis, porque todos los días se nos presenta una; ya el hecho de levantarse de la cama puede estar representándonos una crisis. Hay al respecto varios artículos en este mismo blog.

Si el consultante declara su preocupación por un hecho determinado, la aparición del Ermitaño derecho en la tirada es tranquilizante porque señala que en un momento cercano posterior, sin duda va a conocer e interpretar sus detalles y las razones de haber ocurrido.

Esto tiene la ventaja de que no se está resignando a ello experimentándolo como trauma, sino como acumulando experiencia valiosa (el bastón en que se apoya), lo que nos dice que está decidido a no dejar puertas abiertas en su vida, que por quedar abiertas, más adelante puedan llegar a entorpecer o a complicar su futuro.

Pero en principio estábamos analizando la depresión, la que se ve representada por la presencia de El Ermitaño INVERTIDO, o sea, que su posición desfavorable está negando las condiciones anteriormente mencionadas.

El Ermitaño, dado que es una carta que representa a Escorpio (por su profundo poder de investigación y descubrimiento de los misterios de la vida) al estar invertida, anula tales cualidades, las suspende o las retrasa. En otras palabras, no quiere saber de qué se trata aunque el individuo exprese que sí quiere; el Ermitaño invertido lo delata.

En posición invertida, la persona está tan encerrada en sí misma que no puede ver esta estrella que ilumina su camino durante la noche. Además, la presencia del símbolo del planeta Neptuno (acorde a sus cualidades) está señalando que se encuentra en un estado de confusión, de misterio, como nublado por una cortina de humo que le impide ver lo que busca.

Al estar invertida, en este caso la carta muestra la influencia de las características, pero sólo las negativas, que posee el Signo de Capricornio (las personas de Capricornio cuando se frustran suelen entrar en estos estados de silencio, encierro y depresión) y del planeta Saturno, que nos hablaría del estado de negación en que se encuentra la persona, la soledad en la que se siente y el dolor sordo e inexplicable que experimenta internamente.

En tales condiciones el ser se siente abandonado, en pérdida, sin ver la luz al final del túnel, encerrado, sin esperanzas de recuperarse, y como no puede ver a la Estrella de David que alumbra su sendero oscuro, piensa que se encuentra solo y que no existe un camino como solución o respuesta a su situación.

Emocionalmente, estos síntomas indican que está sumido en depresión, encerrado en su problema, cabeza abajo (no puede pensar, no puede concretar nada porque no tiene los pies sobre la tierra) y la realidad tal como él la ve, no es cierta, sino que muestra sólo su apreciación personal, con todos los atributos negativos.

Muchas veces la persona deprimida se instala en la creencia de que no se puede salir de ese estado, y por lo tanto, se abandona y se entrega a su suerte, no escucha, su mirada pierde el brillo, nada le interesa y no le importa lo que pueda suceder a su alrededor. Se ciega a sí mismo, y eso le dificulta salir de ese estado porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.

El Ermitaño, al invertirse no puede hacer uso de su lámpara por lo que se encuentra sumido en la oscuridad, ni tampoco de su bastón que le brindaría el apoyo de sus experiencias anteriores a esta situación. Se siente solo, perdido en la noche, sin la compañía de la estrella, en un terreno desconocido sin saber por donde caminar ni hacia donde dirigirse.

Este encierro por otra parte es un sutil pedido de ayuda, en forma callada, por eso las Flores de Bach podrían rescatarlo. Otras veces, las personas en este estado se niegan a escuchar y rechazan concientemente la ayuda porque se sienten frustradas y están enojadas consigo mismas debido a que están rumiando la culpabilidad de su fracaso en algún tema.

Esto hace que si bien están sufriendo, piensen equivocadamente que merecen ese sufrimiento y que es menester vivirlo como autocastigo por no haber podido resolver tal o cual asunto. Su energía está puesta en llevar a cuestas el sufrimiento en lugar de aplicarla a la búsqueda de la solución para dejar de sufrir.

El Ermitaño derecho, al asociarse a la energía de Tierra de Virgo y de Capricornio, implica responsabilidad y concreción como pilares de su accionar; al estar invertido, la persona se siente responsable acusándose a sí misma por haber fallado en concretar tal o cual circunstancia.

Esta situación suele devenir a causa de un fracaso de pareja, o si la persona ha sido despedida de su trabajo, o en cualquier otra situación en que se haya sentido desvalorizada y descalificada por sí misma o por los demás. Se castiga a sí misma encerrándose pero también le niega su presencia y su colaboración a los otros, apartándose, por lo que se aleja en un pretendido castigo también hacia aquellos que no lo han sabido comprender o valorar, o bien le han negado su reconocimiento.

El tiempo (la imagen del símbolo astrológico de Saturno) tal vez sea quien determine que este personaje deprimido un día decida levantar la cabeza y descubrir la ventana de luz al fondo del túnel en el que se encuentra encerrado; los planetas en el cielo no cesan de desplazarse y ello creará variadas situaciones para salir del encierro, pero el deprimido no las verá porque prefiere cerrar los ojos y permanecer en su mundo oscuro.

Pero cuidado, esta situación se parece mucho al pensamiento del suicida (Saturno representa a la muerte), que pretende castigarse pero a la vez, al cometer ese hecho cruento y privar de su presencia a los demás, busca castigarlos a ellos también, generándoles cierto remordimiento al acusarlos como que ellos son los culpables por haberle ignorado y conducido a esa supuesta salida.

También este Arcano invertido representa a la frustración, y en ese caso el encierro evidencia un castigo que el individuo se ha impuesto a sí mismo al sentirse culpable de haber fracasado, siendo que el error que ha cometido y sigue cometiendo, es justamente no abrirse a aceptar ese hecho.

Debería sobreponerse y salir a buscar por otro lado la respuesta que no supo o no pudo encontrar (dando vuelta la figura, es decir, ubicándose en la posición positiva de El Ermitaño derecho, en señal de búsqueda). Es fundamental que el deprimido tome contacto con su realidad, dado que el paso siguiente a la crisis es justamente aceptar que las cosas son de esa forma y que eso que hay es justamente nada más que lo que hay, y que si quiere algo más, debe ponerse de pie y caminar hacia ir a buscarlo.

Este Arcano, en esta posición invertida puede permanecer meses y hasta años, lo que dará como resultado un endurecimiento de sus articulaciones, un detrimento en su material óseo, y una curvatura de su espalda, es decir, un envejecimiento prematuro al que se somete a sí mismo al negarse a salir de su encierro.

Si bien el origen de este estado es una actitud errada y una disposición mental disfuncional, esto puede traer consigo mayores consecuencias negativas que aquellas que llevaron a la persona a esta situación. Voluntariamente ha puesto candados a todas las puertas y ventanas que le podrían iluminar hacia ver el camino.

Pero aún cuando hay un cierto grado de sufrimiento personal, puede que en algunos casos esté intentando “brillar por su ausencia”, es decir, intentando volverse el centro de atención de su entorno, mientras que por el rabillo del ojo está espiando las reacciones de amistades y familiares cuando les señala su depresión.

Si el deprimido insiste remarcando su sentir de soledad y su depresión, en realidad está intentando manipular, ya que cuando el individuo está realmente deprimido está encerrado en su mundo, por lo que no tiene conciencia de su entorno y nada que pase o que lo rodee representa alguna importancia para él.

Por eso se hace necesario distinguir cuando el encierro está destinado al sufrimiento personal propio, de aquella otra situación similar al que hace la huelga de hambre comiendo a escondidas, en la cual el individuo busca manipular al entorno para que éste reaccione en el sentido que él desea, haciendo lo que él espera o bien, consiguiendo el perdón de alguna culpa que necesita expiar.

Cuando la persona de entrada me expresa “bueno, las voy a probar, pero a mí las flores de Bach no me hacen efecto” ya entiendo que se trata de un manipulador que usa su depresión como herramienta para lograr que los de su entorno estén atentos a él; en este caso, se trata de un “vampiro energético” y ya estamos hablando de una persona tóxica de la cual será muy prudente y apropiado tomar la conveniente distancia.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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