LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD

Sabemos que cada persona que existe físicamente tiene una percepción particular de su realidad. La calidad de esa realidad depende de muchos factores personales: su carácter, sus prejuicios, sus creencias, su punto de vista, sus experiencias, etc. A medida que la persona va viviendo, se va formando una concepción de la realidad de cada momento, que al paso de los años puede variar desde un extremo al otro.

Por eso, no se trata sólo de la realidad de Juan Pérez, sino de su realidad del momento según la percibe, y del punto de vista (o de su actitud) frente a la vida. Digamos que no sólo estamos considerando a Juan, sino a sus experiencias anteriores, y a cómo Juan se encuentra posicionado ante el entorno.

Sería lógico pensar que la realidad de Juan existe solamente mientras Juan permanece vivo. Trataré de explicarme correctamente. Muchas veces en la consulta, la tirada de Tarot admite preguntas, y en su gran mayoría, las personas preguntan sobre su realidad sin tener en cuenta que, su percepción de la realidad de ese momento, depende de “cómo la están mirando”, es decir, de su punto de vista actual y de la actitud con que se mire. Es como preguntarse de qué color es tal cosa sin tener en cuenta el color de los cristales de los anteojos que llevo puestos y a través de ellos estoy mirando.

Ese dicho famoso de que “La única verdad es la realidad” está completamente errado, porque corresponde a alguien que no se le ocurrió ponerse a pensar que, como siempre digo, “La verdad es un diamante; las realidades son sus reflejos depende desde donde se lo mire”. Es decir, que hay infinitas realidades para una misma verdad; con sólo pensar un momento, esto se puede comprender.

En la tirada Astrológica existe un área que corresponde a la persona, es decir, que muestra el estado en que la persona se encuentra en ese momento mirando su realidad, lo que es fundamental (algo así como “desde donde se saca la foto”) pero casi nadie me pregunta sobre sí mismo ni sobre cómo está parado ante la circunstancia. Les comento entonces que su realidad actual depende de cómo está la persona posicionada frente a ella, que su realidad existe sólo porque ellos existen; si dejaran de existir, esa realidad de este plano dejaría de tener sentido, o al menos, ya no tendría importancia.

Pero, sin embargo, como siempre todo es relativo, a través de Regresiones Hipnóticas (autoregresiones, digamos) y de Lecturas de Registros Akáshicos he podido visualizar claramente mis realidades en distintos momentos de mi vida actual y de las anteriores, aquellos instantes que me han interesado o inquietado, lo que me lleva a pensar que dichos escenarios (las realidades de esos momentos) en lugar de disolverse, han quedado registrados en el Akasha y que puedo acudir a revivirlas cuando desee, a pesar de que muchas correspondan a momentos de vidas anteriores. Esto es parte de la Terapia de Regresiones, tratamiento sumamente eficaz en la sanación de hechos que hasta el día de hoy nos atormentan, muchas veces sin saberlo, pero que de alguna manera, nos condicionan.

Mirando desde el momento actual, entonces, puedo observar la realidad de aquel instante pasado y eso me permite analizar lo que he sentido y lo que he creído que era la verdad de tales circunstancias, dándome cuenta entonces que lo que experimenté en ese momento era solamente fruto de cómo estaba yo posicionado ante la situación.

Muchas veces he descubierto aspectos que diferían notablemente de mis recuerdos de hoy, para mi sorpresa. Enemigos que en realidad resultaron amigos, y viceversa. Así como situaciones de angustia que no merecían ser vividas de esa forma, porque en realidad correspondían a una parte de un Plan que era necesario experimentarlo para mi mejor evolución; en realidad, se trataba de oportunidades y beneficios aunque en principio para mí representaran una crisis, o un conflicto.

Entonces, en tu caso, te has preguntado ¿Cuál es tu realidad actual? Como dirían en otros países sudamericanos: ¿Cómo lo ves? Esta última pregunta, que se ha vuelto una muletilla, encierra sin embargo un conocimiento especial: ¿Cómo LO VES? No nos pregunta qué y cómo es, sino cómo lo estamos percibiendo, es decir, cuál es nuestra conciencia de esa realidad, o sea, que se está refiriendo a “la foto” que hemos sacado en ese momento de esa circunstancia, que puede variar dependiendo de dónde y cómo estábamos ubicados.

Así, se comprende que nuestra primera impresión no siempre es la correcta, y que, analizando cuidadosamente en forma objetiva, es decir, liberándonos de prejuicios y creencias, las circunstancias pueden no ser tal como hemos creído en ese momento. Esto es común que pase, por ejemplo, cuando enviamos un mensajito escrito por el celular y la persona que lo recibe, lo interpreta erróneamente, a veces incluso molestándose por lo que ha creído entender. Esto es lógico porque estamos acostumbrados a observar intuitivamente el tono con que habla la otra persona, sus expresiones faciales, su lenguaje corporal, etc., todos elementos faltantes a menos que agreguemos los emoticones que aclaran nuestro estado de ánimo en el momento.

Entonces ¿Cuál es “la verdad de la milanesa”? como se acostumbraba decir en mis viejos tiempos. Es necesario serenarse y pararse correctamente ante la situación para poder apreciarla bien: por ejemplo, si estamos de rodillas ante ella, siempre habremos de considerarla como que es más poderosa que nosotros, y esto nos hará sentir angustiados innecesariamente siendo que sólo se trata de un punto de vista inadecuado.

Cuando estudiaba fotografía, nos enseñaban que deberíamos fotografiar a un niño colocándonos a su altura, para que no aparentara tratarse de un enano; así como, de tratarse de un personaje importante, para recalcar su imagen, era necesario tomarlo desde algunos centímetros más abajo. Como se ve, la impresión de quien vea la foto dependerá de la actitud del fotógrafo, y así ocurre en la vida real con todas las situaciones.

Por eso, habiéndome sentido preocupado al observar cómo se desenvolvía la situación del 2020, mis Guías, sin que se los preguntara, pero mostrando gran comprensión y compasión, me transmitieron con firmeza ese “TODO ES PERFECTO” que hizo que me replanteara inmediatamente todas las proyecciones que me atormentaban a ese respecto. Si es que “todo es perfecto”, entonces, ¿Para qué preocuparme siendo que es mejor intentar atrapar a las oportunidades? En ese momento, yo estaba de rodillas ante la situación, y Ellos me invitaron sutilmente a ponerme de pie.

Evidentemente, mi punto de vista no era el correcto porque estaba desconociendo muchas cosas de la realidad de ese momento, que más tarde pude comprobar, y por lo tanto mis conclusiones estaban erradas. Mi percepción de la realidad estaba distorsionada por mis creencias y por lo tanto debía esperar a serenarme para llegar a conclusiones más apropiadas; por eso más tarde agregaron: “Tienes que aprender a tener paciencia”.

Comparto estos conceptos con quienes puedo porque además de calmarme, me permitieron ubicarme en otro punto de vista menos tóxico y más real, y así como personalmente me fueron de mucha utilidad, así también pueden servirle a quien lee si es que desea aprovecharlos. En ese momento eran para mí, pero nunca me dijeron que estaba prohibido difundirlos, para bien de otros.

Concluyo entonces que la percepción de la realidad, o tal vez… ¿De cuál de ellas? depende de muchos factores que no estamos teniendo en cuenta en el momento de evaluar las circunstancias y eso puede hacer una gran diferencia en cuanto a cómo nos sentimos, en cuanto a las decisiones que tomaremos, en cuanto a cómo experimentaremos la situación, y por lo tanto a cómo la resolveremos y a cuánto beneficio seremos capaces de obtener si acertamos a distinguir las oportunidades que yacen detrás de las crisis. Las crisis deben madurarse en frío y las oportunidades deben ser machacadas en caliente; ya lo expresa el dicho: “Mantén los pies calientes y la cabeza en frío”.

En lugar de pensar en el problema, deberíamos concentrarnos en buscar la solución, pero, con la práctica, en lugar de buscar la solución, aprenderemos a buscar la oportunidad, y si somos capaces de obtener el beneficio que trae consigo, no sólo consecuentemente desaparecerá el problema, sino que se transformará en un hecho positivo para nosotros.

¿Por qué para nosotros? Para nosotros dependiendo de nuestra percepción, cuando hayamos aprendido a no dejarnos llevar por la presión y a reflexionar en calma, sin prejuicios, sin falsas creencias, con la mente y el corazón abiertos. Es importante hacer notar que, debido a las inesperadas situaciones por las que transitaremos durante este año 2021, (hoy es febrero del 2021) sobrevivirá sólo aquél que sea capaz de tomar las decisiones correctas en el momento correcto, con sentido común, fríamente, dejando de lado sus creencias y sus costumbres obsoletas asimiladas en viejas épocas. Por nuestro beneficio, deberíamos abrir mucho la mente y las expectativas, adoptando rápidamente las actitudes apropiadas al momento y aprendiendo a tener claridad en la percepción de la realidad.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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