¿PUEDE SER RESCATADA LA GENTE TÓXICA?

Muchas veces nos ocurren cosas que no sabemos realmente por qué ocurren. Puede que se deba a nuestros propios errores, pero en otros casos, suele adjudicarse la responsabilidad al entorno en que nos movemos. En tal caso, esto no implica que estemos exentos de responsabilidad, porque de una forma o de otra, somos nosotros los que hemos elegido ese entorno y aún seguimos inmersos en él; y si no lo hemos elegido, entonces deberíamos plantearnos el cambiar de entorno cuando veamos que nos perjudica, como en muchos casos lo hace. O al menos, impermeabilizarnos respecto de sus influencias, lo que no resultará sencillo.

Cometeríamos un serio error si nos diéramos cuenta de que tenemos un entorno tóxico y reaccionáramos hacia ese entorno con la pretensión de modificar o corregir algo que creamos que puede ser cambiado, aún con la mejor de nuestras intenciones.

Muchas personas, con su mejor predisposición, buscan transmitir los nuevos conceptos y ayudar a despertar a sus amigos, familiares, compañeros de trabajo; bien, eso es lo que he pretendido hacer desde hace más de 50 años, SIN RESULTADOS favorables, excepto la burla, a veces descarada y las faltas de respeto a un conocimiento que no se lee en el diario.

Hoy comprendo que fui yo quien faltó el respeto al albedrío de los demás, a su momento y también a la jerarquía de aquellos conocimientos que solamente están disponibles para quien los busca ansioso. Abiertamente me declaro responsable por imprudente, aunque mi voluntad era honesta y bienintencionada.

Los orientales dicen que la boca del maestro debe comenzar a hablar después que los oídos del alumno han decidido abrirse; esto es lo más conveniente y lo más potable, para todos. Muchas veces, abrir la boca cuando las mentes y los oídos están cerrados, solamente traerá frustración e incluso, perjuicio para todos, porque puede que la persona no preparada asuma una postura contraria a lo que ha escuchado, justamente porque no lo comprende, le parece ridículo, y entonces lo rechaza. Flaco favor le hemos hecho a su alma condicionando a su mentalidad y a sus creencias.

Eso no funciona, y en estas épocas finales, estos intentos ya no tienen sentido porque los tiempos se están dando con el fin de que cada uno muestre las cartas con las que juega; todos tienen ese derecho y esa obligación, por lo que cada día se torna más difícil congeniar con quien no somos compatibles. Debemos respetar, tanto al despierto como al dormido, porque ambos tienen su albedrío y sus derechos a elegir su camino, pero no por eso, estamos obligados a acompañarlos en su destino.

¿Qué deberíamos hacer entonces? En primer lugar, sea quien sea la persona con quien no congeniamos, comprender que ese individuo tiene todo su derecho de ser como quiera ser, aunque sin embargo, deberíamos ponerle límites cuando su accionar nos perjudica. Esto incluye a amigos, vecinos, familiares, pareja, y aún hasta a padres o hijos.

No podemos interferir, estaría muy mal permitirnos ese lujo que finalmente traerá karma; mis Guías me han especificado claramente: “No les quites el derecho a manifestarse”, lo que entre otros significados representa que cada quien necesariamente está pasando hoy por el momento de mostrar su juego abiertamente, y su albedrío debe ser respetado y aceptado, aunque no por eso, deba ser compartido.

O sea, esto no quiere decir que debamos soportarlo y además, aplaudirlo. No estamos en tiempos de contemplaciones ante los conflictos. Los conflictos con la gente nos dejan dos opciones: o los resolvemos y negociamos con ellos en la medida que ellos acepten hacerlo, o cambiamos de entorno.

Cuando desde el vamos se observa que la persona no está bien predispuesta, es mejor para todos, callar, aceptar y alejarse lentamente. Sin embargo, veamos el costado positivo para nosotros: muchas veces estos conflictos traen un mensaje disimulado que sería muy beneficioso que lo notáramos y le diéramos la importancia merecida, o al menos, los tuviéramos en cuenta.

Por ejemplo, en tantos años de consultorio, he encontrado muchas personas que me han confesado: “Siempre me pasa lo mismo”, como queja respecto de un tema cualquiera cotidiano. En ese caso, la persona debería reflexionar seriamente que si siempre sus tortas le salen de la misma forma que no desea, es porque debe cambiar de receta, o sea, que el problema no está en los demás sino en su propia forma de hacer las cosas.

Pero no se da cuenta, y a pesar de ser advertida, teme cambiar de receta en la falsa esperanza de que suceda un milagro. Esto significa que la actitud con que enfrentamos cada situación, nos muestra un reflejo que indica claramente que debe ser modificada en otro sentido si es que queremos que los resultados cambien.

El mundo no está cambiando; EL MUNDO YA CAMBIÓ. Por favor, entiéndase y désele la importancia que merece. El tren acaba de ponerse en movimiento y solamente corriendo a la par, muchos podrían llegar a subirse; ya no hay tiempo. Y además, parece ser el último tren al anochecer. No desperdiciemos energías en ciegos y dormidos, energías que necesitamos para nosotros: no nos enganchemos con las bajas vibraciones del entorno ni tampoco intentemos despertar a quien sólo desea dormir.

Lo observo todos los días, comento una anécdota tragi-cómica: publico los avisos de mis cursos técnicos, mostrando la dirección de la página web y el whatsapp al que tienen que consultar, para que no gasten crédito de su celular y puedan informarse de la mejor forma posible. Los señores, indiferentemente, me responden por cualquier otro medio, lacónicamente: INFO…

Esto es algo así como el caso del vendedor que muestra un cartel: “Tomates a $200 el kilo” y se le acerca alguien a preguntarle: “¿Vos vendés tomates?”… “¿Y a cuánto están?”. Esto es jocoso, pero suele ser real…

Me alerta que sean personas jóvenes, que aún no comprendieron cómo funcionan las cosas, pero nada puedo hacer; ya están vencidos antes de comenzar la batalla, porque el Sistema los ha adormilado y los ha condicionado a que les sea dada la papilla en la boca con el viajecito y el ruidito del avión como hacíamos con nuestros bebés.

El Sistema los necesita inertes, indefensos, sin inspiración, sin lucidez, incapaces de sobrevivir, sin imaginación, sin aspiraciones; el Sistema los ha forjado para ser esclavos desde antes de nacer. Esa clase de entorno no favorece al despierto, y es mejor por ellos mismos y por nosotros que les permitamos seguir durmiendo a su manera, para que no nos salten a la yugular cuando intentemos alertarlos. No olvidemos la vieja tradición de matar al mensajero cuando el mensaje no resulta ser el esperado.

Sin embargo, y de eso trata el centro de este artículo, hay un caso particular en que los perjuicios no llegan por participación nuestra sino por gente de nuestro entorno, y a veces ni esta misma gente del entorno lo hace concientemente; voy a tratar de explicarme lo mejor posible, porque el tema es interesante conocerlo.

Se refiere a que muchas veces las entidades negativas que intentan parasitarnos (las perversas mentes que han diseñado al Sistema), no encuentran la forma de entrar en contacto con nuestro cuerpo energético debido a que estamos sellados cuando estamos vibrando apropiadamente.

Pero, sabiendo esto, ellos se encargan de parasitar o de influir sobre alguna de las personas de nuestro entorno que les sea más fácil interferir y de esa manera, al acercarnos a la persona, sin reparos dado que posiblemente sea cercana a nuestro afecto, sería como si bajáramos la guardia y entonces, allí ellos pueden encontrar la forma indirecta de perjudicarnos contaminando nuestra energía, es decir, bajando nuestra vibración, a través de la otra persona que actúa como portador inconsciente.

Permítaseme contar una anécdota, porque todo tiene una explicación; cuando comencé a leer la Biblia, hace muchos años, yo no comprendía las palabras de Jesús al declarar (Mateo 10:36): “Los enemigos del hombre serán los de su casa”; más tarde, me fui dando cuenta que no siempre nuestros cercanos, o nuestros más queridos afectos, son saludables para nosotros, sino que también pueden ser utilizados como puente para acceder disimuladamente a nosotros sin que pongamos reparos hacia ellos por cuestiones afectivas. El viejo truco del Caballo de Troya.

Esto suena un poco difícil de admitir y asimilar, pero ése es el mecanismo que utilizan estos oscuros cuando no pueden llegar en forma directa a interferir en nuestras vibraciones.

Esto se ve fuertemente acentuado cuando se trata especialmente de relaciones sexuales, o muy íntimas, sabiéndose que en el caso de la pareja, la mayor contaminación energética es aportada por la energía de la mujer, dado que por su naturaleza sensitiva, las mujeres son más sensibles a estas vibraciones y pueden absorberlas sin saber, tan sólo acertando a percibir que “se sienten mal”, tal como ellas lo suelen expresar sin saber que han sido afectadas con el propósito de tener acceso a la energía masculina, que tiene la cualidad de ser más fuerte y por lo tanto, más “alimenticia” para estos seres nefastos.

A esto se debe, por ejemplo, el caso en que estas entidades malsanas suelen inducir sueños eróticos a fin de que la emanación de la persona dormida tenga “la temperatura” apropiada para que estas entidades del bajo Astral puedan acceder a parasitar su energía, en este caso, sexual, proveniente del chakra más poderoso de nuestro sistema energético humano.

Esto se remedia programándose voluntariamente para despertarse en el caso de sentirse llevado a este tipo de sensación, lo que puede hacerse mediante inducciones repetidas al respecto, mientras la persona se encuentra en estado Alpha. Se trata de un ejercicio mental de programación del inconsciente.

Funciona de forma similar a la programación que nos despierta en el momento adecuado para levantarnos a tiempo cuando necesitamos ir a trabajar o acudir a una cita determinada. Conozco el caso de algunas personas que ya están mentalizadas para terminar el ciclo de sueño justamente unos minutos antes de que suene el despertador impidiendo que los fastidie interrumpiéndolos, y así les resulta más sencillo levantarse y ponerse en marcha con el humor, la energía y el entusiasmo adecuados.

Por lo tanto, deberíamos localizar a esta gente perjudicial que, nos sea grata o no lo sea, resultará tóxica de alguna manera, y gradualmente apartarnos de su cercanía y por lo tanto, de sus influencias perniciosas. Esto resultará más sencillo cuando estamos acercándonos a fin de año, a punto de comenzar un nuevo ciclo numerológico, con nueva energía y con mejores expectativas; no significa que debamos estimular los conflictos para esas fechas, sino ir alejándonos lentamente a fin de no generar situaciones difíciles. No es casualidad que muchas personas terminen sus relaciones amistosas o familiares justamente en los últimos días del año, cuando las reuniones deberían ser del tipo “todo amor y paz”… ¿Te ha sucedido?

Otro momento en que deberíamos aprovechar la corriente energética de desapego es durante el período especial de un mes y medio antes de nuestro cumpleaños, o el de la otra persona; en esos momentos, la tendencia energética cíclica es hacia la terminación definitiva de las situaciones conflictivas. Si miras hacia atrás en tu vida, probablemente puedas localizar hechos que finalizaron “naturalmente” en estas fechas, puesto que la polaridad de la energía imperante se dirige naturalmente hacia la separación en lugar de la unión.

Como señala un pasaje de la Biblia (Eclesiastés 3) respecto de que todo tiene su tiempo: “Hay un tiempo para abrazar y otro para rechazar…” Tal vez una relación de pareja terminó antes de cumplirse un aniversario, o cosas así. Esto es Numerología pura y corresponde a los ciclos de la vida que se cumplen inexorablemente. Del mismo modo, hay un tiempo para despertar, que es el tiempo de cada quien para hacerlo, y repito, debemos aceptarlo y sobre todo, respetarlo: el dormido tiene que despertar en su momento o tal vez, deberá seguir durmiendo.

¿Es que entonces va a desencarnar gente? Si, mucha, por suerte y por desgracia. Pero es lo mejor porque cuando sus almas comprueban que el conciente no tiene posibilidad de recuperarse, deciden que es hora de cambiar de cuerpo y renacer bajo otros potenciales natales que le sean más favorables para evolucionar. ¿Es para alegrarse o para apenarse? Ni para una cosa ni para la otra, es simplemente el ritmo de la vida; deberemos intentar aceptarlo y darle la bienvenida, porque según Ellos, los que nunca se equivocan, “Todo es Perfecto”.

Parece existir un nuevo tiempo de descuento en el que muchos dormidos sentirán el irrefrenable deseo de despertar, algunas Entidades lo mencionan casi al pasar; pareciera que no desearan que el ser humano deje para mañana lo que debe hacer hoy, conociéndonos como nos conocen. No puedo asegurar que así será, pero ésa es la última posibilidad, el último tren adicional en este viaje dimensional.

Remarco solamente que debemos comenzar a prestar mucha atención porque el entorno se ha vuelto muy importante en cuanto a su influencia, y tratar de percibir cuando alguna relación no nos beneficia, y entonces aprender a detectar a esas personas que no solamente nos quitan energía, sino que nos llenan de conflictos y nos bajan la tasa vibratoria, aquellos seres a los que llamamos “la gente tóxica”.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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