PREGUNTO: ¿YA OCURRIÓ OTRO CHERNOBYL HACE MILENIOS ?

Ese sábado a la noche una población entera despertó aterrorizada por un intenso resplandor, una fortísima explosión y la posterior generación de incendios originados por el insoportable calor que provenía del reactor 4 de la planta nuclear. Posiblemente todos recuerden el accidente de Chernobyl, Rusia, en el año 1986. Ocurrió un 26 de abril a la madrugada, poco más tarde de la una de la mañana.

En el día previo, el 25 a la noche, se había iniciado una prueba experimental que consistía en apagar el suministro eléctrico y probar la turbina de vapor para ver cuánto tiempo continuaba funcionando y si durante este tiempo era capaz de mantener su tarea de generación, dando tiempo a los generadores auxiliares para arrancar y no perder el control sobre la emisión radioactiva de las barras del reactor.

Es decir, se buscaba averiguar si en el eventual caso que la turbina dejara de ser alimentada con vapor, aún los sistemas de control de los reactores podrían mantenerse activos, y si ese tiempo de parada era suficiente para que se encendieran los generadores diesel sin  que se detuviera el control sobre el enfriamiento de las barras radioactivas del reactor, pero sin que se apagara el mismo.

Errores humanos en la programación llevaron a que la energía generada por el reactor cayera bruscamente y entonces los técnicos anularon el sistema de control automático de la emisión de las barras radioactivas para evitar que el reactor se apagara y para ello retiraron las barras de control manualmente, errando en mucho en la cantidad prudente ya que solamente dejaron sumergidas 8 mientras que el protocolo para esa circunstancia indicaba dejar sumergidas un mínimo de 30, lo que rápidamente hizo que el reactor 4 de la central de pronto se recalentara y las barras radioactivas se fundieran y se soldaran entre sí, motivando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.

Eran exactamente la 1:23 de la noche cuando se produjo la primera explosión. La segunda, a pocos momentos de la primera, generó una potencia de irradiación equivalente de 200 a 500 bombas nucleares de las soltadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Alertado sobre esta situación, el gobierno soviético ordenó la inmediata evacuación de más de 100.000 personas en un área de 30 km de radio, para evitar su muerte producida por la radiación.

La contaminación radioactiva fue catalogada como uno de los mayores desastres ecoambientales y durante más de 30 años esa zona, a pesar de los esfuerzos en contener la radiación blindando el reactor fallado, se ha mantenido desabitada de humanos debido a permanecer fuertemente contaminada.

Hay que poner atención en las palabras EXPLOSIÓN, EVACUACIÓN, DESHABITADA DE HUMANOS porque tal vez puedan explicar otro fenómeno que en el día de hoy todavía mantiene el misterio de su origen.

En una reciente visita a Chernobyl se comprobó que el bosque avanzó sobre la pequeña ciudad, cubriéndola, localidad que en ese entonces tenía unos 5.000 habitantes, en su mayoría familias de los trabajadores de la central nuclear, ahogando casi por completo a los edificios y tapándola con una cortina verde, ocultándola casi de la vista. Los árboles, así como los insectos, los elementos más básicos representantes de la vida en la Naturaleza, pudieron seguir reproduciéndose mientras que los seres humanos debieron huir dejando desierta la ciudad para escapar de la muerte.

Si alguien dentro de algunos cientos de años, sin conocer las condiciones que motivaron la inmediata evacuación humana en Chernobyl, visitara la zona, encontraría solamente una manta verde en la cual los árboles y las plantas ocultarían a la vista rápida las construcciones existentes en la ciudad siniestrada.

Si lo hiciera dentro de algunos miles de años, no detectaría radiación importante, excepto en el lugar puntual donde se encontraba la planta. Sobrevolando la zona, sería casi imposible vislumbrar la presencia de edificios, y alguna expedición aventurada en esa zona tan sólo encontraría ruinas y restos de construcciones humanas, pero no cadáveres humanos, como si los habitantes se hubieran esfumado.

Testigos del fenómeno ocurrido en Chernobyl, que fallecieron posteriormente y que fueron sorprendidos dentro de la central aseguraron que las paredes de cemento, acribilladas por la radiación, adquirieron de pronto una consistencia plástica que las doblaba bajo su propio peso; así llegó a manifestarse la severa intensidad de la radiación generada por la fusión de las barras del reactor y el calor generado en consecuencia.

Si ahora nos proyectáramos a la selva del Amazonas, encontraremos áreas ocultas bajo el follaje donde se encuentran restos de edificaciones, antiguos artefactos hechos por la mano humana y una tupida vegetación que oculta todavía infinidad de secretos. Estas similitudes me generan un interrogante y hacen que se me ocurra una teoría que puede sonar descabellada, pero que si se analizan las analogías de ambos fenómenos, no lo sería tanto.

¿Pudo ser que un accidente nuclear motivara la inmediata evacuación de esta zona hoy deshabitada de civilización, excepto de algunas tribus primitivas y alejadas del contacto humano civilizado?

¿Quiénes construyeron los edificios, las pirámides y los grandes círculos que pueden observarse hoy en el Amazonas?

¿Dónde están sus restos humanos?

¿Por qué los humanos que habitaban estas zonas desaparecieron abandonando sus hogares?

¿Evacuaron rápidamente el área que tan cuidadosamente habían construído por alguna causa altamente justificable?

Que el Amazonas fue habitada en la antigüedad no presenta dudas debido a los descubrimientos de construcciones realizadas por humanos; la pregunta entonces es:

¿Por qué sólo las plantas y los insectos sobrevivieron durante ese tiempo? La respuesta puede encontrarse coincidentemente en los últimos 33 años de Chernobyl.

Puede ser que tal vez las naves de “los dioses” movilizadas por energía nuclear causaran un accidente radioactivo descontrolado que motivara la evacuación inmediata de la zona. O tal vez las luchas entre anunakis antagónicos, los mencionados por los sumerios como ENKI y ENLIL, desataran una confrontación nuclear. Puede que los humanos debieran huir rápidamente para salvar sus vidas, abandonando un área civilizada que con los milenios se transformara en una selva inmensa muy difícil de penetrar y reconocer en su vastedad.

Posiblemente, con el paso de los milenios la radiación ya ha desaparecido y solamente ha permitido sobrevivir a lo que no sea humano; más tarde, pudo comenzar a poblarse de animales salvajes y de tribus de orígenes desconocidos, cuando las condiciones lo fueron permitiendo gradualmente.

Las similitudes hablan por sí solas, y la teoría que se me acaba de ocurrir no parece estar tan carente de sentido.

¿Podrá el crecimiento descontrolado de la vegetación crear en Chernobyl un “pequeño Amazonas” que si la mano del hombre no interviene, aumentará su área en forma no previsible? Cada quien puede razonar y discernir de forma de encontrar alguna explicación coincidente con mi idea o no, pero cabe la pregunta: ¿Qué elementos radioactivos existían en esa época en el Amazonas? ¿Tal vez las naves de YAVÉ, o de los reptilianos que nos precedieron en habitar la Tierra?

Después de todo, todas las culturas sudamericanas antiguas nos hablan de “dioses todopoderosos” que se trasladaban en “ruedas de fuego”, capaces de “milagros” que impresionaron las mentes primitivas de los indígenas de la zona. ¿Fue ése el principio de la religión?

¿Podían hacer otra cosa esos nativos que arrodillarse maravillados (o aterrorizados) ante los “dioses” que producían tantos hechos “sobrenaturales” inexplicables para dichas mentes primitivas? ¿No buscarían retratar esos extraños fenómenos dibujando raros seres del espacio en las paredes de sus cuevas?

Si alguien fuera capaz de dar otra explicación distinta de la mía al origen del Amazonas, que fuera sensata y sustentada por el sentido común, me gustaría conocerla y que se me permitiera someterla al análisis detallado.

Bien. Entonces, ya deja de solamente leer tan cómodamente lo que escribo y vamos, ya ponte a pensar e investigar, a ver si me ayudas a encontrar lo que aún la ciencia no ha sido capaz de comprender: el verdadero origen del Amazonas, aunque sí cabe reconocerle que admite que haya sido originada posiblemente por civilizaciones humanas.

Después de todo, ejercitar tu mente te mantendrá joven, lo que sin duda con el tiempo, me agradecerás. Podré leer tus conclusiones si quieres escribirme y me cuentas, a mi casilla de mail profesorleonqn@gmail.com

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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