LA HISTORIA DEL SEÑOR “NO”
Casi todos hemos leído sobre la Ley de Atracción y tenemos el concepto de cómo funciona: lo semejante atrae a lo semejante. Pero no todas las personas han tomado seriamente la cuestión ni se han dispuesto a trabajar concienzudamente en el tema, y por lo tanto este principio sólo se mira como una curiosidad más mientras la mayoría sólo se ocupa de solucionar los problemas diarios de la vieja forma en lugar de atacar el problema general de raíz.
Por ejemplo, si en tu vida continúan los problemas como antes de conocer esta ley, es porque en realidad no le has dado la importancia debida. Esta ley funciona por naturaleza, es como cuando enciendes el televisor y simplemente funciona en consecuencia.
Ahora, si enciendes el televisor y no lo miras ni lo escuchas porque tu mente está en otra parte, el resultado final es como si no lo hubieras encendido: conoces sobre la Ley de Atracción, tienes una idea de cómo funciona, pero tal vez tu atención no está en obtener sus beneficios sino en continuar con la respuesta tradicional con la que buscas solucionar los problemas en tu vida. Es decir, malgastas tu energía inútilmente como cuando está el TV encendido y nadie le presta atención.
Para que la Ley de Atracción funcione, se debe comenzar por comprenderla. Luego, por reconocer cómo te comportas y luego ponerla en acción y ensayar la forma más apropiada para obtener resultados, probando de una y de otra forma hasta aprender cuáles son los botones del teclado que debes apretar. Lo que no puedes tener dudas es sobre que dicha ley funciona, pero sólo da resultados para los que saben cómo hacerla funcionar.
Por ejemplo, de nada serviría regalarle un auto nuevo a un indígena del amazonas porque no tiene ni idea de lo que es, cómo funciona y cómo se le saca provecho. La Ley de Atracción actúa de forma muy sencilla, mucho más que el funcionamiento del automóvil.
Se la pone en acción voluntariamente hasta que con el tiempo, ella sola se enciende cuando la necesitas y ya ni es preciso preocuparse concientemente en sus principios porque ya la has incorporado a tu vivir, de forma natural.
La ley se apegará a ti cuando vibres en consonancia con ella, con sus principios, con la forma de ponerla en movimiento. Pero para ello, es necesario hacer una transformación personal que no todos están dispuestos a realizar y muchos prefieren seguir resolviendo los problemas a la vieja usanza.
Se les ha regalado el automóvil, pero prefieren usar su viejo carro tirado por el caballo porque aprender a manejar su auto nuevo les resulta complicado y cuando deciden salir, lo hacen con el carro tirado por el caballo; se niegan al cambio de actitud necesaria para que dicha postura les proporcione progreso, aún cuando miran con envidia a los que circulan placenteramente en su auto sin tener en cuenta que también ellos podrían viajar del mismo modo.
Si recordamos que lo semejante atrae a lo semejante, entonces se deduce fácilmente que si nos mantenemos en una actitud de escasez, la escasez se apegará a nosotros, inevitablemente. Si estamos pensando en pobreza, la pobreza se pondrá en nuestro camino y se volverá una amiga que nos visitará con frecuencia.
Pero si ponemos la vista en un objetivo, la actitud hacia lograrlo y vibramos en sintonía con él, ese objetivo estará muy feliz de acercarse a nosotros; tan sencillo como eso, pero por supuesto, como dijo Henry Ford: “Si piensas que puedes, o si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.
Cuando dicto los Seminarios de Formación Personal para mis alumnos con el fin de que sean triunfadores cuando pongan en acción sus conocimientos del oficio que les enseño, siempre les cuento el ejemplo de mi padre.
Este hombre en vida era muy miedoso, y por las dudas, a todo le decía que no. En ocasiones yo ensayaba: “Papá, yo quisiera ir…” y no alcanzaba a terminar la idea cuando ya tenía un NO por respuesta. “Pero yo quería decirte que…” NO, volvía a responder sin siquiera escuchar la propuesta, para mi desesperación.
A los 17 años, cansado de frustrarme decidí abandonar mi casa paterna, irme a trabajar y a estudiar una carrera universitaria y así se lo dejé muy en claro al señor NO y a su señora, mi madre. Me puse en acción hacia enfrentar la vida yo solo pero con un SÍ; sonrío al recordar que yo les llamaba para mis adentros “El señor y la señora NO”. Y la vida, después comprendí que también así llamaba a mi padre, “el señor NO”.
Claro que cuando este hombre se proponía un objetivo, parecía que el mundo entero estaba en contra de sus deseos y lograba apenas un 10% de lo que su capacidad y su trabajo merecían como premio. Todo para él resultaba trabajoso y complicado aunque debo reconocer que no se dejaba frenar por la dificultad, pero ¿Cuál era entonces el error que cometía?
Su ser interior, su parte inconsciente, estaba acostumbrada desde siempre a escuchar su NO preferido, y probablemente su interior ya había aprendido que “a este hombre le gusta el NO, y justamente eso vamos a darle para que sea feliz”.
Su actitud miedosa y negativa siempre fue el lastre que le negó lo que más quería en la vida; si él compraba un circo, los enanos crecían, el tigre comenzaba a ronronear como un gatito y la mujer barbuda decidía depilarse. Por ejemplo, demoraba tanto en decidirse por renovar que para cuando él se ponía en marcha y acopiaba leña, ya toda la gente tenía instalación de gas natural.
Ése fue un gran ejemplo para mí, por lo cual siempre le estaré agradecido; puso delante de mis ojos justamente lo que no se debía hacer, cómo no se debía pensar y cuán perjudicial era posponer el actuar sin demora. Siento lamentablemente que mi padre murió de agotamiento, soledad y frustración, siendo que era un hombre trabajador, honesto e inteligente, pero creo que se fue sin aprender a ver un poco más allá de la punta de su nariz, y hasta yo supongo que en blanco y negro.
Le faltaba ACTITUD, FLUIDEZ y PLASTICIDAD; él creía que solamente era suficiente con poner voluntad y trabajo. Siempre tuvo trabajo, se levantaba a la salida del sol y regresaba a casa ya de noche; trabajaba tanto como dos personas juntas, pero nunca se destacó por tener dinero fluído como premio a su trabajo.
Del mismo modo, por el camino difícil, muchas personas vibran en estado sediento aunque viven a la orilla del río. Y curiosamente, no sólo no lo comprenden sino que están convencidos que van bien por ese camino, y cuando alguien les sugiere otra forma, no solamente lo ignoran sino que hasta a veces, se enojan protestando porque piensan “¿Quién se cree que es éste que me va a enseñar a vivir?” como ya me ha sucedido y lo sé porque así tal cual me lo han expresado.
En la vida, en este plano material todo es cuestión de resultados.
Lo que no resulta, no solamente no beneficia sino que trae carencia, pérdida de esfuerzos y frustración. Y para obtener resultados no solamente hay que poner voluntad y trabajo como “el señor NO”, sino inspiración; el ser debe aprender a vibrar en sintonía con las leyes naturales y como dice la Biblia, “todo vendrá por añadidura”. El secreto es una cierta porción de voluntad, otra de trabajo y la mayor parte, de inspiración, fluidez, vibración apropiada y sintonía con la vida.
Si piensas en enfermedad, ella se acercará; si piensas en prosperidad, esta otra estará dispuesta a complacerte. Si aprendes a darle la bienvenida a lo que sea que pase por tu puerta, verás que al final del día habrás obtenido un rédito o al menos, un valioso aprendizaje que más tarde va a convertirse en un rédito.
La vida nunca te dará manzanas cuando tu mente está pensando en cebollas.
Si decides enfrentar con alegría y curiosidad a cada prueba de la vida, tu inconsciente te mantendrá alegre y expectante a fin de que puedas aprovechar las oportunidades y obtener resultados acordes con tu actitud.
Si aprendes a mirar el futuro con entusiasmo, podrás ver que tus semillas pronto se convierten en frutos, porque la naturaleza de la vida es crecer y con esa actitud deberías sintonizarte; tal vez tú no creas en el futuro pero la vida necesita ese futuro para manifestarse.
Pero si a todo le antepones un NO, tal como hacía mi padre, el NO te rodeará por afinidad. Tu campo áurico inconscientemente vibrará según tu actitud; si tienes miedo, se contraerá, si vibras entusiasmado, se volverá expansivo haciendo contacto con las oportunidades que pasan a tu lado.
Es muy sencillo, tan simple que no se puede creer que así sea, pero si pones atención en que nadie gusta de acercarse a un pesimista y en cambio todos tienden a dejarse llevar por el entusiasmo del optimista, entonces comprenderás que de la forma en que vibres, así será lo que atraigas. De eso se trata la Ley de Atracción.
Tal vez la pregunta que te ronde ahora en la mente sea: “¿Y cómo hago para cambiar mi actitud?”. Lo imagino, porque es la pregunta que la mayoría de mis consultantes me hace en mi consultorio astrológico a esta altura de la charla.
Lo primero siempre será: “Vigilarte a tí mismo” y si lo haces concientemente te sorprenderás de verificar en cuántas oportunidades empleas la actitud negativa en lugar de la positiva. Toma la debida nota de ello, no solamente lo veas transcurrir.
Toma conciencia de estas actitudes erradas y entonces deberías proponerte el ejercicio de responderte con qué actitud distinta deberías haberte enfrentado a esa situación, y si te es posible, imagínate haciéndolo. Es importante que te des cuenta de qué es lo que haces mal porque sino será imposible hacer un cambio favorable, ahora es el momento del análisis y la curiosidad.
Cuando ya te hayas conocido (porque si las cosas no salen bien es porque realmente no te conoces) y descubras en qué actitudes erradas o en qué ritmo equivocado estás bailando la canción, deberás disponerte concientemente al cambio, es decir, proponerte firmemente responder de una forma DISTINTA a la que empleabas. Ahora es el momento de hacer uso de la voluntad, puesto que se supone que ya sabes lo que hay que cambiar y debes hacerlo ya.
Mis Guías espirituales me han recomendado que todos estos procesos se realicen al menos en períodos de siete días, y además, la Psicología ha descubierto que si mantienes una actitud o una forma de actuar durante 21 días, ésta se vuelve permanente (7 por 3, da por resultado 21).
Numerológicamente el 7 es un número de ciclo terminado, y en el Tarot el 07 es el número del Arcano del Carro de Triunfo; la repetición de 3 veces es la energía creadora (Arcano 03 La Emperatriz, que resuelve los problemas) siendo que corresponde a que el proceso se dinamice, por lo tanto, 21 días ininterrumpidos necesariamente darán un buen resultado. Pero deben ser ininterrumpidos o deberás comenzar de nuevo si te detienes, desde cero si quieres resultados verdaderos y definitivos.
Ahora, para completar el ciclo de tres movimientos, deberías tomar confianza y ponerte en movimiento, ya que en la segunda parte sólo te has puesto en marcha. Para que se distinga bien, daré un ejemplo automotriz: cuando arrancas el motor, sólo lo pones en marcha; cuando pones el cambio y aceleras, lo pones en movimiento. Parecen dos cosas similares pero coincidirás en que son muy distintas.
En los Seminarios de Formación empleo siempre el mismo ejemplo: había 3 ranas a la orilla del río, dos de ellas decidieron saltar al agua… ¿Cuántas quedaron en la orilla?. Siempre me responden: UNA SOLA. Pero en realidad, quedaron TRES, porque dos solamente decidieron, o sea, se pusieron en marcha pero no en movimiento; les faltó la acción de saltar.
Bien, creo que ya he sido suficientemente explícito: no decidas cambiar de actitud… sencilla y directamente CAMBIA. Comienza el régimen apriopiado de comida, comienza a hacer ejercicios, comienza a vigilarte, comienza a ver cómo saboteas tus propios planes, cómo te conviertes en tu propio enemigo, luego comienza a pensar en ser mejor y por favor a ti mismo y a quienes te rodean, HAZLO YA.
Si bien cada quien tiene sus momentos y eso lo dictan tanto los Biorritmos, la Astrología como la Numerología, cuando lo sientas internamente y te decidas, HAZLO de inmediato, ponte en movimiento.
Si pones atención notarás que desde adentro de tu ser brota una sensación de alegría cuando ejecutes la acción con certeza y prontitud; es tu propio Ser Interior que se siente conforme porque has hecho algo para avanzar en el camino.
Cuando logres que tu campo áurico cambie su color y su expansión, verás que las oportunidades vienen solas a acercarse. En realidad, las oportunidades siempre están allí, sólo que con la vieja actitud, nunca llegarás a distinguirlas y menos a aprovecharlas. Entonces verás qué sencillo y beneficioso es fluir en lugar de oponerse como “el señor NO” a lo que sea que viene; haz que tu inconsciente aprenda a que tu conciente quiere SÍ, y lo coloque enfrente sin demoras.
Es necesario tener confianza, ser tu propio vigilante y corrector, sintonizar la frecuencia correcta como cuando vas a bailar, y ACTUAR, entonces comprobarás que la Ley de Atracción siempre participará a tu favor. Por favor, y por tu bien, ya deja de jugar al “señor NO”.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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