Todos, de una manera o de otra, utilizamos el GPS, y hasta lo consideramos amistosamente una aplicación muy útil. ¿Qué significa GPS? Son pocas las personas que se lo han cuestionado, más bien ha sido adoptado familiarmente como una ayuda para encontrar una ubicación. Los astrólogos estamos muy familiarizados con esto porque necesitamos ubicar las coordenadas de latitud y longitud (lo más cercanas posibles) en que ha nacido una persona a fin de poder trazar con la mayor exactitud el gráfico de su Carta Natal.

Esto es, conocer “cómo se veía el cielo” desde el exacto lugar y la hora en que nació el nativo a quien vamos a interpretarle su Natal. Necesitamos conocer con precisión estos datos para poder ubicar el grado de su Ascendente (y saber cómo expresa su personalidad) así como la posición exacta de su Luna cuando nació, a fin de conocer a fondo cómo maneja sus emociones. Y de ser necesario, otras veces se utiliza para averiguar con exactitud la hora de su fallecimiento, cuando los forenses no logran certeza.

Pero el actual GPS tiene una función algo distinta. Es por el momento un servicio gratuito, pero, siempre lo gratuito tiene algo detrás. GPS significa Sistema de Posicionamiento Global y obtiene las coordenadas de la ubicación del emisor por medio de la triangulación de al menos tres satélites, con una precisión de 1 metro; por eso “casualmente” se ordena un “distanciamiento social” de dos metros, para que los satélites puedan identificarnos y saber en todo momento donde estamos, y en el futuro la idea es tener la posibilidad, si fuera conveniente y necesario, de evaporarnos a voluntad mediante un rayo LASER que caería desde el cielo (ya ha sido usado por Turquía en combates, hace poco tiempo) o freírnos mediante una proyección satelital de microondas, tal como actualmente países como China “cocina” al personal de las embajadas no deseadas en su país, o a las tropas de India que defienden su territorio de las invasiones chinas.

Claro, posiblemente creías que el gobierno te cuidaba para que no te contagies con la obligación de permanecer alejado de tus congéneres, cosa que por casualidad es ciertamente dañino para el sistema inmunológico que se refuerza mediante el “apapachamiento” que obtenías antes con tu familia y tus amigos. Los gobiernos te cuidan, sí, identificándote en todo momento cada vez que sales de tu casa con el celular (otro amigo) en el bolsillo, haciendo casualmente un registro permanente de tus recorridos por si en algún momento te vuelves enemigo del sistema, y poder localizarte si es que de alguna manera deciden eliminarte.

¿Recuerdas cómo fue evaporado en la puerta del aeropuerto de Bagdad el general iraní Quasem Soleimani mediante un misil desde un dron que fue apuntado con precisión milimétrica? Nadie lo vio venir; Soleimani se movía cuidadosamente porque se sabía en peligro, pero ¿Cómo fue localizado? ¿Acaso lo buscaron durante meses utilizando agentes camuflados? Hoy no se pierde el tiempo de esa forma; simplemente se rastrean los celulares.

El posicionamiento global permite ejecuciones quirúrgicas, como ya se ha visto. Los satélites nos espían y saben donde vamos, lo que hablamos, lo que escribimos, con quienes nos encontramos, etc., es decir saben más de nosotros que lo que nosotros mismos recordamos.

Bien, ahora ya sabes cuan amigo tuyo es el GPS y cuánto puedes confiar en él, ya que está instalado en tu celular, y probablemente en tu auto nuevo. Y pronto, si es que decides vacunarte, se instalará en tu propio cuerpo.

Pero… ¿Para qué los pallets de vacunas traen GPS y termómetros, desde su origen? Los termómetros son comprensibles, detectan si los productos farmacéuticos mantienen en todo momento la cadena de frío, puesto que sus principios activos deben estar adormecidos hibernando hasta que sean inoculados en una persona, cuando su calor corporal ponga en actividad sus componentes secretos (y por lo tanto maléficos para la salud y la vida; si fueran benéficos no serían secretos, sino publicitados).

Esta información de temperatura es rastreada satelitalmente por la fábrica farmacéutica a fin de obtener los datos de su manipulación correcta y de los efectos causados en el conejito de Indias.

Pero… (nuevamente otro pero) ¿Para qué traen incorporado un GPS? Porque a través del mismo, los “medicamentos” pueden ser rastreados y de ese modo se obtienen datos de cual es su efecto en distintos tipos de seres humanos según su ubicación física o geográfica (temperaturas, presiones atmosféricas, altura a nivel del mar, zonas demográficas, etc.), y también se puede obtener aproximadamente el nivel económico-social de la zona donde viven para tomar nota sobre los efectos según el nivel de vida, que tiene inevitable relación con el tipo de alimentación y de educación. Y por lo tanto, de discernimiento.

Es decir, nos están estudiando permanentemente, pero no para mejorar la especie sino para conocer la forma más inocente de eliminarnos sin que posteriormente ellos puedan ser culpados. El gran sueño de los psicópatas: matar a distancia, en el momento deseado, y sin dejar rastros. Pero gran parte de la población está supercontenta con haber tenido ya “el privilegio” de haber sido vacunados, sin percibir que están poniendo su vida en riesgo a fin solamente de pasar a ser una estadística en manos del globalismo. Reclaman vacunas y más vacunas… y se enojan con sus gobernantes porque se demora su turno de inoculación. Afortunadamente nuestro gobierno es tan mediocre, incapaz y corrupto que se ha retrasado la vacunación.

¿Cuál es el fin de estas medidas “sanitarias”? Muy sencillo, te cuento: disminuir la efectividad (o anularla) del natural sistema inmunológico de tal forma que una simple gripe se transforme en una enfermedad mortal. Colocar barbijo (tapabocas) para que la persona se ahogue y respire su propio dióxido de carbono –busca en internet y descubrirás que es un gas venenoso para el ser humano-, y a fin de que se disipe su identidad, así como los árabes impusieron el uso del velo a sus mujeres a fin de someterlas y hacer que ellas mismas se desvaloricen (nivelando para abajo como hacen todos los mediocres).

Acostumbrar a las personas al alcohol etílico en gel para que “elimines gérmenes” cada diez minutos, a fin de que penetre en tu piel y envenene tu organismo; busca en internet para ver “cuán sano” es el alcohol etílico para la salud. Provocar el aislamiento social para que carezcas de tus afectos y del calor curativo de un abrazo, de un apretón de manos, de una caricia, de un gesto afectuoso. Blindarte, aislarte, recluírte, para que te encuentres solo.

Aplicar la cuarentena para que te vayas acostumbrando a ser rata de laboratorio, encerrada en su cueva, para que tengas miedo de salir al sol y obtener la Vitamina D necesaria para tu salud. Generar restricciones en tus movimientos para que tus ingresos caigan estrepitosamente y te conviertas en menesteroso cuanto antes; en este 2020 ya casi todos han perdido no solamente sus ahorros, sino sus medios de vida, con la excusa del posible contagio.

ESTO ES PARTE DE UN PLAN MACABRO Y SINIESTRO; tienes que ser muy estúpido, al grado de la imbecilidad, si no te das cuenta que estás dejando tu vida en sus manos. Tal vez estas palabras te resulten ofensivas, pero sólo te estoy diciendo que, si no lo entiendes y reaccionas, será mejor que vayas haciendo el testamento, lo antes posible.

Quiero mostrarte que tienes la cabeza metida entre las fauces (¿Suena a Fauci, el corrupto médico estadounidense que fuera asesor del presidente?) del león, y que solamente es necesario que el sistema decida cerrarlas para que dejes de existir. QUIEREN MATARNOS ¿AÚN NO TE DISTE CUENTA?

Sin embargo, la gran mayoría de la gente sigue las cifras PERMANENTEMENTE MOSTRADAS en TV de contagios y muertes, de manera que esto se grabe en su cerebro, lo acostumbre a la “nueva normalidad” y el miedo se anide en su corazón… de manera que su sistema autoinmune sufra todavía más hasta dejar de cumplir su función natural, y se vuelva sumiso y controlable, para que no resulte un recalcitrante revoltoso como yo.

Ayer, cuando dije en un negocio que esto es una gran mentira, me saltó encima un pobre idiota que me escupió que perdió a la madre y al padre en el proceso, debido al virus; no debido a la ignorancia, por supuesto, ya que mediante CDS o Ivermectina, en dos días habrían recuperado la salud normal y vuelto a sus hogares. “¡Estás equivocado!” me rugió el mencionado idiota, a punto de mordisquearme la oreja.

Mi respuesta fue solamente: “Deberías salir del tupper”. Indudablemente no comprendió nada de lo que yo le dije, porque calló desconcertado y se fue rumiando tratando de entender qué habría sido lo que le quise decir.

Bien, así que ya sabes que tu amigo el GPS, el que llevas en el auto y en tu celular han resultado ser los grandes traidores, tus principales enemigos, aunque si quieres, puedes seguir considerándolos tus fieles compañeros. Pero, no puedes decir que no te fue avisado que con ellos te tienen en la mira; cualquier duda, puedes clarificarla haciéndote colocar la vacuna y yendo personalmente a preguntarle del otro lado, al general Soleimani, para que él te dé certeras referencias sobre tu amigo, el GPS.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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