¿CONOCES LOS SECRETOS MEJOR GUARDADOS DE LOS LEO?
Aclaración importante:
Éstas son características generales de los nativos de este Signo, que servirán como guía, lo que nos dice que tienden a mostrarse de la manera en que se los describe; para un conocimiento exacto personal deberíamos hacer un Estudio Natal porque cada ser humano tiene su Carta Natal diferente y responde normalmente a ella.
Puede ser que el nativo no se identifique totalmente con lo escrito, pero normalmente, éstas son las tendencias promedio del nativo de ese Signo Astrológico, o sea, como se muestran en la mayoría de los individuos.
Se presentan variaciones si tenemos en cuenta la historia personal, el entorno familiar y social, el nivel de educación y de madurez, así como la edad de la persona y cuánto se conozca ella a sí misma.
Descripción general del nativo de Leo (hombre y mujer)
Al Signo de Leo lo representa el Arcano “La Fuerza” del Tarot: fuerza, control, sol.
Al nativo de Leo le gusta muchas veces sentirse como si fuera el rey del mundo (el Sol, que rige a Leo, es el Astro Rey) y así considera que debe ser tratado, como a una rey (o una reina). Y no deja de tener razón, sólo que el problema puede estar en que los demás logren entenderlo y estar de acuerdo.
El Leo lo hace por naturaleza, no es que quiera arrasar con los demás, él se siente Rey o Reina, pero en realidad es un niño que se mira al espejo y se dice: “Qué lindo que soy”…
La cuestión es que cada uno de los demás también tiene su Sol, aunque lo tenga en otro Signo y no tan bien ubicado como él/ella, y puede que no les haga mucha gracia que el/la leonino/a ponga el suyo por encima.
En realidad, el/la Leo ha nacido para brillar, y para sacar su Sol al aire libre y ponerlo en todo su esplendor. Pero es muy importante que entienda algo al respecto, y es lo siguiente: debe “sacar su sol” y hacerlo brillar, expresándose en libertad y en plenitud, pero no para que los demás lo vean brillar sino para que él mismo logre dar verdadera magnitud y aprecio a su verdadero YO.
Para eso es en realidad que nació con el Sol en Leo: para aprender a conocerse, a desarrollarse, a equilibrarse (ni frío ni caliente). De otra manera, notará que de alguna forma siempre aparecerán nubes en su cielo, opacando su camino cuando lo que más necesita, es que sea luminoso.
Los Leo llevan el sol en la frente, y eso se les nota; no son personas que han de pasar desapercibidas. Pero cuidado: puede despertar atractivo, admiración y respeto (que es lo que desea) pero también puede inspirar celos, resentimiento y mala onda en su entorno (el típico comentario: “¿Quién se cree que es?”) cuando se le va la mano y en lugar de brindar tibieza, su exceso le causa alguna llaga o quemadura a la sensible piel de sus allegados o personas cercanas.
Tiene en su voluntad y energía una poderosa arma que, bien empleada, podrá abrirle las puertas del éxito en cuanto se lo proponga en serio. En Leo se unen además, la facilidad innata para mandar al prójimo con una seguridad natural de estar convencido de que ellos deben hacerle caso, sin siquiera dudar de que lo que ha ordenado pueda estar equivocado, no sea justo o deba discutirse.
Es como que el Leo cree que los otros nacieron para que él los conduzca de algún modo, porque el Leo se siente lider y es realmente un tanto difícil que todos ellos lo acepten tan fácilmente.
Sin embargo, como Leo tiene reales cualidades de mando, en algunos casos va a generar celos y rebeldías o competencias de poder, pero en la mayoría habrá de ser aceptado y reconocido por aquellos que justamente necesitan de alguien con sus virtudes y carácter para que los conduzca. Y además, ellos le admirarán y confiarán en que habrá de tomar la decisión justa y correcta; ellos serán, de algún modo, la “corte” que necesita su corazón de león, “corte” que necesita un Rey.
Con los que han aceptado su liderazgo, va a mostrar una vena de generosidad parecida a la piedad por un inferior. Va a protegerlos y a defenderlos sacando la cara por ellos como la gallina por sus pollitos, y lo mismo habrá de hacer con sus hijos o con quienes adopte como hijos.
Busca, lo niegue o lo acepte, convertir sus ideales personales en pura legitimidad; estos ideales pasan por verse a sí mismo como el jefe natural de los que lo rodean, ya que “para ser patrón hay que saber mandar”, será su pensamiento lógico.
Y nadie mejor y con más ganas que él para ello, porque tiene confianza absoluta en su propia eficacia y poder, así como en su fuerza de voluntad y su energía en resolver problemas, lo que lo capacita como líder natural.
Con tal que lo reconozcan como autor de un acto de gran magnanimidad, puede ser inmensamente espléndido ya que le encanta que sus amistades lo admiren y estén agradecidos; por eso será muy importante que hayan reconocido su heroica nobleza y no se les haya olvidado nunca decir “gracias”.
Reconocer y agradecer a un Leonino es siempre una excelente probabilidad de conseguir una generosa ayuda futura en un momento de necesidad, sobre todo si el Leonino entiende que es él la única persona en condiciones de ayudar, porque los demás no se han animado a hacerlo. El Leo habrá de aceptar el desafío, se pondrá el traje de superhéroe, y dará su mejor ayuda, lo que le hará sentir “grande y noble”, como él piensa que se debe ser.
Es una persona fiel, sin condiciones con los amigos, pero difícil será que olvide una afrenta por parte de los camaradas en que confía y mucho más improbable es que se quede “con la sangre en el ojo” respecto de los traidores. Las emociones que le animan son poderosas y francas admitiendo en ellas muy poco doblez.
Su naturaleza le inclina a dominar a los demás, y no puede, ni tiene mucho interés en remediarlo, siendo bastante autoritario pero al mismo tiempo pensando en la justicia. Tal vez no le guste hablar de él mismo porque puede sonar feo, pero en cambio le derrite que hablen bien de él.
Halagar su magnánimo orgullo es la mejor manera de lograr su amistad, conseguir algo de él, o (¡Cuidado!) engañarlo, porque Leo es el Signo de los niños y tiene tendencia a la inocencia y a la credulidad cuando escucha algo que le gusta.
Tiene características de identidad muy magnéticas; atrae a los demás hacia su persona con lo que consigue así sus incondicionales súbditos, sobre todo a los débiles que buscan su protección.
Posee fuertes ideales de grandeza, cree en que las normas que rigen su vida y su carácter son quasi perfectas y que muy bien podrían animar igualmente al mundo, que sin duda sería de muy otra manera.
Su inteligencia suele ser buena y rápida, pero peca de ingenuo en muchas ocasiones y otras personas más astutas le engañarán alguna que otra vez. Su máximo defecto puede ser un orgullo desmedido y fuera de la normalidad, que conjuntamente con su creencia de ser siempre el portador de la verdad, y su tendencia a la ira descontrolada cada vez que no le den la razón, pueden ser su talón de Aquiles en la vida si no las controla y aprende a administarlas.
No se siente muy buen ideólogo; para eso hay mucha gente dispuesta y capaz. Tampoco
se le da por hablar sobre cómo hacer algo; él simplemente es quien va a hacer que esos proyectos ideados por alguien, se pongan en marcha definitivamente y se hagan realidad, gracias a su espíritu práctico que convierte letra gloriosa pero muerta, en materia viva y auténtica.
Leo es un Signo Fijo, lo que lo hace una persona un tanto cabezadura cuando se le pone algo en mente. Sin embargo, si reconoce lo legítima y superior que resulta la otra opción, entonces se adaptará a la cadena de mando, pero lógicamente que para mandarlo a él no puede ser que venga cualquiera sino que sus condiciones y cualidades tienen que ser muy evidentemente superiores a las suyas.
Si lo miramos bien vamos a notar en su frente y en su cabello o en la manera de peinarse, hacia atrás, a la “melena” típica del león. Así se lo ve, y así se siente.
Tiene buen corazón, entusiasmo, confianza, y es un buen organizador, pero le gustan las cosas “a lo grande” y muchas veces se le pasan por alto algunos detalles; sería un excelente ladero/a alguien de Virgo cerca de él/ella porque Virgo completa el detalle que a Leo se le escapó. Sólo que Virgo deberá aprender que a Leo no le gustan las críticas…
Suele ser una persona franca, tolerante (excepto de lo injusto), posee gran sentido de lo dramático y muchas veces “actúa, hace teatro”; y le agradan los placeres, la buena mesa, el lujo y las diversiones en general, así como todo lo que sea entretenimiento.
Busca actuar con nobleza, rectitud, honestidad, y en el amor tiene sentimientos fuertes y protectores, sinceros y demostrativos hacia los seres que ama. Posiblemente ningún Signo pueda igualar a la cálida protección que brinda Leo. Sin embargo, como a todo Rey, le gustará ser bien atendido más que tener él que brindar el servicio.
Seguramente alguna vez en su vida le han acusado de ser: fijo en la opinión, orgulloso, altivo, arrogante y dominante. Parte de razón van a tener si deja que el orgullo le cierre la mente. Debe ubicarse en una función en la que pueda dirigir, aunque si es posible, mejor sería que pudiera funcionar independientemente; con perspectivas generales, donde se deba organizar, y se necesite poder de convicción y audacia.
Por ejemplo: director, empresario, jefe, inspector, aunque también como actor, joyería, y en actividades donde pueda ejercer la fortaleza de sus principios y se necesiten cualidades de generosidad, afectivas y dignas de confianza.
No hay que olvidar que Leo rige al corazón, que puede ser uno de sus puntos débiles, la espalda, la circulación y los tobillos. Posibles afecciones en la médula espinal y dolores de espalda.
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