¿Para qué sirve acceder a una Lectura de Registros Akáshicos?
Hay muchos temas que se pueden investigar a través de una Lectura de Registros; por lo general las personas preguntan por situaciones personales, familiares, pero por sobre todo lo más útil de la Lectura es la información que se puede obtener sobre la persona misma, es decir, sobre su propio Proyecto de Vida, y los datos que le despierten a cómo llevarlo a cabo exitosamente.

También es común repasar e interrogar sobre el porqué de las situaciones vividas, para qué fueron experimentadas, qué se puede aprender de ellas, qué actitud debemos tener ante tal o cual vivencia, con respecto a la pareja, a la relación con otras personas, o bien al pasado familiar, es decir, antepasados.

Podríamos hasta preguntar cómo deberíamos tratar a nuestro perro para que no rompa las cosas o no orine en los rincones, porque a pesar de que es sólo una mascota, él reacciona a nuestro comportamiento, el que le induce a comportarse de esa manera. Nuestra mascota nos está diciendo algo importante que nosotros debemos corregir, no ella.

¿Cual sería el mecanismo?
Puede ser muy útil, por ejemplo, solicitar la explicación de por qué y para qué se está viviendo actualmente una tal situación, si está vinculada a otro hecho del pasado, qué actitud es la mejor para encararla, cómo debemos comportarnos para evitar esto y qué tenemos que aprender en cada caso para nuestro crecimiento personal.

El aporte con que a veces los Guías Espirituales nos aconsejan, nos puede dar cierta luz sobre una determinada encarnación pasada, y por ejemplo, puede ayudar a aclarar situaciones del presente que no sabemos ni lo que significan ni debido a qué se presentan, y menos a qué deberíamos aprender de ellas.

Es decir, qué pasó antes, lo que puede estar motivando lo de ahora por cuestiones de aprendizaje que ha programado el alma (podría ser el caso de personas que hoy se sienten maltratadas y esto proviene como consecuencia de situaciones en vidas pasadas, en las cuales ellos fueron los que maltrataron a otros).

¿Entonces, no nos dan soluciones?
Los Guías no nos van a decir cómo solucionar una situación, así tan directamente; mejor, nos van a hablar sobre lo que deberíamos corregir en nosotros para que esa situación se solucione y no vuelva a presentarse, porque el trabajo debe ser nuestro y Ellos no van a asumir resolverlo.

Prácticamente, todos los aspectos que preocupan a la persona, pueden ser preguntados; las respuestas siempre van a ser dadas en el sentido del mejoramiento personal y de la forma más apropiada en que la persona debería conducirse para que pueda salir adelante en aquellas situaciones a las que no encuentra la manera de solucionarlas.

Ellos siempre van a responder con la intención de que la persona adquiera el aprendizaje adecuado a la circunstancia, por lo cual de ninguna manera hay peligro, ya que los Guías siempre saben elegir las palabras o las imágenes adecuadas para el mejor bien de quien pregunta.

¿Son absolutamente confiables las respuestas?
Si bien las respuestas deben llegar a través del Lector, éste sabe que debe ser absolutamente honesto porque corre el riesgo de ser declarado no confiable y los Guías dejarán de transmitirle, en ese caso, por protección a la persona interrogadora, lo que será muy evidente y muy embarazosa la situación. Siempre Ellos, por Amor y Compasión, resguardarán sus Registros.

¿Tenemos libertad de acceder a este conocimiento?
Cada ser humano tiene su propio Registro y posee el derecho de acceder a él para su beneficio en cuanto a su evolución se refiere. Salvo que se haya entrenado particularmente para ello, la persona no suele ser capaz de acceder voluntariamente por sí sola, aunque muchas veces escuchamos “una voz” particular que resuena en nuestro ser y que nos responde o nos advierte de algún posible peligro.

Muchas veces “escuchamos” por ejemplo un no lo hagas o un no lo digas, y cuando no hemos sido capaces de recibir el mensaje, o lo hemos ignorado, algo puede pasar dentro de nuestro ser que nos impulsa en el sentido apropiado, pero más generalmente a no hacer tal o cual cosa que habíamos pensado hacer.

Ésa es la voz interior de nuestro ser que nos aconseja. Sin embargo, podemos dialogar o interrogar sobre tal o cual aspecto de nuestra vida, actual o pasada accediendo a nuestras Memorias, que nos permita una mejor evolución o nos rescate de un camino equivocado.

En ese caso, las respuestas estarán a cargo de los Guías Espirituales, que eligen cuidadosamente las palabras a fin de ayudar respondiendo sin interferir ni dirigirnos en tal o cual sentido, porque eso violaría nuestro libre albedrío.
Sin embargo, Ellos son capaces de leer nuestro Proyecto de Vida y asesorarnos al respecto, aclarando situaciones más que guiarnos o llevarnos de la mano, porque la decisión debe ser personal.

¿Quienes son los Guías Espirituales?
En la Lectura de Registros, se acude a los Guías Espirituales que todos poseemos, una especie de “ángeles guardianes” que se sitúan a ambos lados de nuestro cuerpo, y que se encargan, una vez realizado un breve ritual en el cual la persona ha dado su aprobación para que sus Registros sean abiertos, de transmitir directa o indirectamente, las respuestas más adecuadas a las preguntas que la persona (el interrogador) les haga.

Su Misión es acompañarnos durante toda nuestra vida a fin de protegernos y asesorarnos cuando sean correctamente interrogados y tengan nuestro permiso. Sin permiso y sin preguntas, nunca habrá respuestas, porque Ellos nunca habrán de inducir o interferir.

¿Los Guías son solamente dos?
Normalmente sí, pero a veces son tres. Nunca es uno solo, porque cada uno tiene su función. Si bien ambos nos acompañan, uno de Ellos nos protege y el Otro, es quien nos responde. El Protector y el Compañero. En ocasiones se percibe la presencia de más Entidades, cuando Ellos consideran que debemos ser protegidos o acompañados para recibir respuestas que pueden ser difícilmente asimiladas.

¿Siempre son los mismos Guías a través del tiempo?
No, a veces hay cambios, cuando la persona cumple etapas importantes en su evolución espiritual. Puede que también, según el Lector que actúe en ese momento, los lenguajes sean diferentes y los mensajes lleguen de otra forma, ya que no hay que olvidar que se reciben a través de un intérprete (el Lector) y Ellos deben adaptarse a este tipo de Lector.

Los Guías eligen cómo hacer llegar sus respuestas a fin de que sean mejor interpretadas, ya que Ellos conocen mejor que nadie a la persona y captan perfectamente la esencia del Lector.

¿Responden a cualquier pregunta que se les haga?
Ellos ponen sumo cuidado en no inducirnos de forma tal de no quitarnos nuestro libre albedrío y nuestra propia responsabilidad en los actos que decidamos hacer en nuestro diario vivir.

Pero sí, responden de manera muy prolija, tomando información de nuestro “pasado”, de nuestro “presente” y a veces, de nuestro “futuro” (entre comillas porque el tiempo es sólo una magnitud creada por el cerebro humano para ubicarse mejor en estas 3D), aunque no se inclinan a hablar sobre temas de porvenir para no condicionarnos.

Muchas veces, actuando como Lector, notamos cierta actitud renuente cuando se les hace una pregunta inapropiada, a la que muchas veces prefieren no responder o bien lo hacen de manera muy sutil y parabólica. No es que se molesten por la pregunta; es que se les vuelve imposible pasar de ciertos límites, cuando la persona no es capaz de comprender lo que quieren transmitirle. Muy probablemente la persona comprenderá en el futuro el porqué de la respuesta que le han dado.

Ellos quieren responder y ayudar a comprender a fin de evolucionar, porque es su vocación de Servicio; sólo los frena que la persona no esté en condiciones de comprender y aprovechar fielmente el mensaje.
Cuando se les insiste en que aclararen, se nota la voluntad con que intentan hacer que se comprenda lo que ha sido ya manifestado, pero nunca se molestan por eso.

Es notorio cómo responden rápidamente cuando la respuesta es SI (porque ya la intención de la persona se ha direccionado en ese sentido), y cómo elaboran cuidadosamente la respuesta para evitar decir categóricamente un NO que condicione a la persona a no intentarlo, para no interferir con el albedrío de quien pregunta.

Cuando se nota que “demoran” y “dan vueltas” para responder, debemos inmediatamente suponer que la respuesta es un NO, sólo que Ellos intentan que comprendamos primero la situación que justifica ese “no”, para que ese NO, no resulte tan dramático y nos sea más fácil aceptarlo en lugar de sentir la rebeldía natural que el ego de la persona impone cuando sus planes mentales se ven frustrados.

En ocasiones la persona pregunta sobre temas que no son personales, sino que se refieren a otra persona. Ellos se las arreglan para no invadir la intimidad de esa otra persona, pero responden siempre algo que sirva a la persona que pregunta, sin vulnerar los Registros de la otra persona. En otros casos, si consideran que no es procedente, simplemente no responden. (Continúa en la Tercera Parte)

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