Sabemos que el ser humano está muy atrasado en conocimientos y en conciencia con respecto a otros pobladores del universo, de otras dimensiones y de otros espacio-tiempos. Ellos pueden acudir a visitarnos pero se nos impide ir libremente a mezclarnos con ellos, y tienen sus razones, que consideradas desde su punto de vista, son perfectamente válidas.

Ya han establecido otros contactos del primer tipo con la humanidad hace mucho tiempo, miles de años atrás, y hoy en día siguen monitoreando como observadores siguiendo nuestra evolución. En su momento, han contribuido con los seres humanos brindando conocimientos y dejando sus huellas por todas partes, de forma que no son claramente visibles solo para aquel que no las quiere ver. Solamente así se explican los saltos evolutivos del ser humano.

En aquel tiempo, fueron considerados como “dioses” por su elevada tecnología, poder, conocimientos y sabiduría, que fueron aceptadas e incorporadas por la humanidad en la medida que fue posible. Dejaron gran multiplicidad de muestras de su presencia, pero descubrieron que al ser endiosados, no podían seguir interfiriendo sobre nuestra especie. Y así dejaron temporalmente de asistirnos, para ver cómo evolucionábamos sin ellos.

En la época en que se produjeron las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki, volvieron a manifestarse en el planeta para intentar advertirnos que estábamos yendo más allá de nuestra capacidad y que no nos dábamos cuenta de los efectos que estábamos produciendo, tanto en nuestro mundo como en dimensiones paralelas.

Intentaron negociar con el ser humano y visitaron a los Jefes de Estado de las principales naciones del mundo, pero fueron traicionados y se retiraron, siendo que traían consigo adelantos tecnológicos que el país del norte aprovechó para su equipamiento bélico en lugar de hacerlo para beneficio de la humanidad. Uno de ellos, por ejemplo, era LA ENERGÍA LIBRE, que se obtiene y aprovecha sin costo alguno.

Allí tuvieron la prueba de la irracionalidad del ser humano y la deshonestidad natural que es parte de su idiosincrasia. Pretendían que cesara la aplicación de la energía atómica debido a que el ser humano no comprende sus efectos vibracionales y sus consecuencias nefastas cuando no es utilizada correctamente.

Sólo permanecieron ciertas razas negativas (los Grises) que a través de negociaciones corruptas con ciertos mandatarios mundiales, se han fortalecido y adueñado del planeta. Las razas originales, anteriores a que fuera sembrado en la Tierra el ser humano, se refugiaron en sus bases subterráneas y se han mantenido desde allí dirigiendo los destinos de la humanidad (los Reptiloides).

Los observadores se han mantenido orbitando la Tierra y conservan contacto sólo con ciertas personas en particular a través de comunicaciones telepáticas, sin intervenir directamente pero en plena condición de hacerlo si fuera necesario, en cuyo caso se desataría una guerra más allá de nuestra comprensión que dañaría gravemente al ser humano y que por eso intentan evitar.

Lo que veríamos en ese caso en los cielos nos alteraría mental y emocionalmente a grados que no podríamos resistir, la gran mayoría de nosotros. El terror sería mortal. Lamentablemente estamos al borde de eso; no se cuestiona si ocurrirá, sino cuando ocurrirá, porque no parece haber otro camino.

En lugar de una intervención violenta se está haciendo una hibridación evolutiva constante, interviniendo a la especie humana con seres de apariencia humana pero que en realidad son extraterrestres. La guerra está en pleno desarrollo, pero permanece invisible para la mayoría de las personas.

Existen varias especies extraterrestres rodeando el planeta; en la misma Tierra se encuentran principalmente Reptiloides y Grises. Los más nefastos para el humano, así como para otros sectores del universo, son los Grises, invasores que ya se han adueñado de todo el planeta y que utilizan a los seres humanos como los humanos utilizan a su ganado: como alimento, como esclavos para ciertos trabajos y como fuente de materiales genéticos. Esto, con la complicidad de otros seres “humanos”.

Los observadores externos esperan de nosotros, como personas, una reacción positiva que los habilite a intervenir, pero lamentablemente, el ser humano es permanentemente y de distintas maneras inducido a la violencia, la guerra, la contaminación, la ignorancia y la destrucción.

¿Por qué no establecen contacto directo estos seres del espacio con la especie humana? se preguntan muchas personas. ¿Cómo nos ven estos observadores externos, según sus propias declaraciones? Nada bien, por supuesto. Las peores características del humano han sido estimuladas y reforzadas, y para información del lector haré un análisis puntual de cada una de ellas.

Ellos, los observadores externos al planeta no consideran posible compartir equilibradamente espacios ni conocimientos con nosotros por el momento, y algunas de sus razones son, por ejemplo:

1 – NO VALORAMOS EL TIEMPO NI SU EFECTIVIDAD
Ellos, los extraterrestres bienintencionados, evitan la mínima pérdida de tiempo, porque han comprendido hace millones de años que la desviación de sus objetivos de evolución puede resultarles muy cara. No necesitan de distracciones ni estímulos de ninguna especie, simplemente porque se encuentran muy organizados y concentrados en sus tareas específicas, y lo asumen responsablemente cooperando para un bien común.

En nuestro caso, si bien la duración del período normal del tiempo de vida del ser humano ha aumentado, su forma de vida y su tiempo han sido corrompidos de forma que los “entretenimientos” y los elementos con que inducen al ocio ayudan a “matar el tiempo” en lugar de ser aprovechado para evolucionar mental, emocional y espiritualmente, lo que para ellos es muy importante.

Estas razas ET valoran especialmente el tiempo y no pierden un segundo en actividades sin sentido ni jueguitos que realmente no conducen a ningún lugar que no sea la atrofia mental y espiritual. A través de los “jueguitos” de la Play, sin ir más lejos, los conductores terrenos de la sociedad estimulan a cambio de mayor puntaje y velocidad, que el niño (o el adulto) se acostumbre a que por ejemplo, matar civiles en una guerra o atropellarlos con el auto no tiene mayor penalización con tal de llegar en menor tiempo a la meta y pasar al siguiente nivel.

No sólo entonces no se valora la importancia del aprovechamiento del tiempo sino que la idea sería la de entretener e idiotizar a las personas a través de sus computadoras y celulares, que “curiosamente” cada día tienen mayores prestaciones que esclavizan la mente de las personas y alteran sus valores y sus principios. Les muestran una realidad que no es tal. Los acostumbran a que “lo normal” sea lo que nuestros conductores quieren que sea adoptado como normal.

Muchas personas, por ejemplo, suelen ir a trabajar esperando la hora de salida en lugar de aplicar toda su capacidad en perfeccionarse, capacitarse y brindarse más hacia el bien común. Los niños dicen que “se aburren” en lugar de aprender y mejorar sus capacidades, hacia lograr un perfeccionamiento. Adquieren códigos y valores falsos que luego exigen a los adultos para que se cumplan, a cambio de berrinches y faltas de respeto.

Los planes de estudio son (a propósito) cada vez más inútiles y menos exigentes, para ir creando generaciones más débiles e idiotas que sean más fáciles de manipular. Se intenta convencer de que el niño debe ir a la escuela a “divertirse” en lugar de ir a formarse preparándose para el futuro. Que no realice tareas de refuerzo en su hogar, que “mate” el tiempo jugando y se convenza desde chico a que la vida es sólo para divertirse y pasarlo bien.

Los medios de comunicación y las redes sociales también están programados para esto; es muy común ver mensajes idiotizantes en Facebook que expresan “vives para ser feliz” y los participantes se apresuran a dar el LIKE entusiasmado, porque todos queremos ser felices, un LIKE que es computado y que sirve como información sobre el grado de idiotización de los individuos.

Los observadores ET ven esto y claramente distinguen un Futuro esclavo irremediablemente para la raza humana. Y se alarman en el sentido de que el humano no sólo participa inocentemente sino que está convencido y plenamente de acuerdo con ello, entendiendo que cuanto más estúpido y más conducido sea, más feliz. ¡Tome tal gaseosa! ¡Tenga la tarjeta de crédito de tal banco! ¡No se preocupe, nosotros pensamos por usted!

Los proyectos de implantación de chips en las personas, la vigilancia mediante los modernos teléfonos celulares y la eliminación de la moneda para efectuar rastreo mediante las tarjetas de crédito, nos llevan a una “feliz” e inevitable esclavitud.

Ellos no pueden entonces compartir sus conocimientos de millones de años con tantos seres que cada día procuran parecerse más al mono en lugar de distanciarse de él. La idea es que la cultura sea cada día menos cultura, el conocimiento y la educación cada vez más superficial y el crecimiento moral y espiritual sea cada vez más debilitado y menospreciado.

Observamos que los animales cada día parecen ser más inteligentes, y eso nos maravilla, pero no notamos que cada día los humanos parecemos menos inteligentes, que nos estupidizan más y nos vuelven más dependientes de una tecnología que puede desaparecer al instante con sólo bajar una llave, y así, regresarnos a la edad de piedra cuando lo deseen. Esto les preocupa a estos observadores y les obliga a tomar distancia de la especie humana, aún con sus mejores intenciones.

Existen nueve características negativas más, que iré describiendo en artículos posteriores, las que hacen que nos alejemos cada día más de nuestros “hermanos mayores” del espacio, como parte del maquiavélico plan de dominación total de la raza humana, por parte de otras especies no humanas que rigen actualmente los destinos de “nuestro” planeta y que residen junto a nosotros, pasan caminando a nuestro lado, y nos llevan de la nariz, pero felices y entretenidos, hacia el matadero.

En la foto superior, una toma de uno de los custodios del presidente Obama, durante una reunión internacional. ¿Tienes algún vecino que se le parezca?

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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